La paralización que sufren, desde hace meses, las obras del centro de usos náuticos de O Bao, en A Illa, no han pasado desapercibidas al Partido Popular de A Illa de Arousa, que pide al grupo de gobierno una explicación sobre esta situación que califican de "incomprensible". El portavoz de los conservadores en A Illa, Juan José González Vázquez, censura el "silencio" que el grupo de gobierno muestra ahora con la Diputación de Carmela Silva, "un silencio que no existía cuando gobernaba Rafael Louzán, al que llegaron a acusar de poner todo tipo de trabas para realizar esta obra, pero lo cierto es que el anterior presidente provincial la dejó licitada y con financiación para acometerla".
Primero, un problema con la conexión de fecales, y después, una serie de problemas entre la concesionaria de la obra y la subcontrata han llevado a que la actuación haya estado totalmente paralizada durante todo el verano y resulte imposible cumplir el plazo de ejecución, que marcaba el mes de noviembre como límite de entrega del edificio. Eso significa para los populares que el nuevo centro de usos náuticos "no estará listo este invierno, y al ritmo que van las cosas, está por ver si para el siguiente, lo que va a suponer un serio perjuicio para las dos asociaciones que van a utilizar esas dependencias, Dorna y Piragüismo, que seguirán en precario mucho más tiempo del previsto".
La responsabilidad para los conservadores está clara, el grupo de gobierno "debe presionar a la Diputación para que se retome una obra tan necesaria y reclamada en este municipio y no tratar de tapar la desidia que la institución provincial está teniendo con este Concello; siendo ambas instituciones del mismo color político debería haber una mayor colaboración".
La construcción del edificio de usos náuticos de A Illa parece tener un gafe sobre ella. El proyecto de construir un edificio de estas características en A Illa es algo que lleva años planteándose sin resultado debido a los problemas del municipio con Costas. Gracias al desarrollo de una área de reparto se consiguió un terreno adecuado en las inmediaciones de la playa de O Bao, y tras arduas negociaciones, Concello y Diputación se pusieron de acuerdo para sacar adelante el proyecto. La Diputación sacó un concurso de ideas para llevarlo a cabo, al que se presentaron más de 60 empresas. La ganadora de ese concurso acabó renunciando a ejecutar la obra. Ese contratiempo obligó a rehacer el proyecto, que acabó siendo redactado por los técnicos municipales y provinciales.
Ese trabajo contemplaba un edificio adecuado al entorno en el que se ubicaba y la creación de un auditorio al aire libre en un entorno natural espectacular. Aunque algunos trámites pendientes hicieron pensar que no se licitaría la construcción en julio del pasado año, no fue así, saliendo a concurso por más de un millón de euros y con un plazo de ejecución de seis meses.
Al poco de iniciarse la obra se detectó el primer problema, la ausencia de conexiones con el alcantarillado de fecales en la zona, obligó a reformular el proyecto, y sin retomar todavía las obras, surgió el problema entre la concesionaria y la subcontrata.
