Muchas cosas han cambiado desde el 9 de enero de 2002, cuando surgía, de las cenizas del Universitario de Santiago, un nuevo club. Ese club sería el Náutico de Pontecesures que contaba, por aquel entonces, tan solo con ocho licencias y aprovechaba las vetustas instalaciones que dejaba en la localidad que baña el río Umia la Universidad. Desde aquel entonces, el crecimiento del club ha sido exponencial a sus éxitos, especialmente a la hora de formar nuevos valores, contando en la actualidad con 187 licencias federativas, el 70% de ellas, pertenecientes a las categorías inferiores del piragüismo.
Al frente del mismo se encuentra Ángel Barreiro, uno de los pocos que todavía continúa en la entidad desde su fundación, que además de ejercer como presidente, también hace las funciones de técnico ayudante, junto a los dos con los que el club cuenta en la plantilla, una cifra que se amplía durante el verano con la Escola, que permite sumar a otros tres monitores para los más pequeños. "Cuando la universidad decidió dejar el club, apostando por otros deportes, un grupo de personas no nos resignamos a que desapareciese esa actividad que llevaba implantada en Pontecesures más de treinta años, por eso apostamos fuerte por continuar con ella, pero centrándonos, sobre todo, en la base", explica el propio Barreiro.
A partir de ahí, se iniciaron una serie de programas de captación por los diferentes colegios del entorno para dar a conocer el piragüismo, unos programas que fueron dando sus frutos. Camila Morison, subcampeona del mundo en Bielorrusia, y Raquel Dacosta (ahora encuadrada en el As Torres de Catoira) son tan solo la punta del iceberg de ese trabajo que les ha convertido en campeones de España de jóvenes promesas, con victorias en las tres pruebas disputadas (Sevilla, Zamora y Verducido) y ganadores de la Liga Galega de Promoción (benjamines y alevines) en la prueba de Vilanova se suman a los éxitos que vienen arrastrando desde hace varias temporadas.
El sistema de captación de los jóvenes se inicia en los colegios de Pontecesures, Valga o Padrón, de donde son la mayor parte de los palistas del club, donde se les muestra el material y se les explica en qué consiste el deporte. A través de la Escola de Verán es como comienzan los pequeños sus primeros contactos con el piragüismo, antes de comenzar con los entrenamientos adaptados a su edad y acceder al equipo de competición. "Ofrecemos un trabajo organizado y serio, y el boca a boca ha permitido que cada año se acerquen más niños a practicar piragüismo al club", señala Barreiro.
Pero el crecimiento que ha experimentado el club a nivel deportivo en los últimos años no se ve acompañado por el respaldo institucional. Uno de los grandes handicaps con los que debe luchar el Náutico de Pontecesures es el material con el que se ve obligado a competir, con piraguas de entre 20 y 25 años debido a que los recursos económicos que genera el club no alcanzan para nuevas adquisiciones, ni de piraguas ni de zódiacs con las que apoyar a los palistas durante los entrenamientos en el río Ulla. De hecho, la mayor parte de las piraguas son reparadas por algunos de los palistas más veteranos del club, mientras que la zódiac con la que contaban permanece guardada en la nave tras ser parcheada tantas veces que ya prácticamente resulta irrecuperable. A ello hay que añadir que el club cuenta con dos furgonetas de más de diez años y con más de 300.000 kilómetros a sus espaldas. De una de ellas se desprendió, precisamente, este año un remolque cuando el equipo regresaba de Asturias, dañándose el propio remolque y varias de las embarcaciones que transportaba.
Por este motivo, Barreiro espera que las instituciones, en especial al Concello de Pontecesures "se vuelquen un poco más en respaldarnos; creo que los resultados están ahí y se ve el trabajo que realizamos desde el club, que no solo se traduce en éxitos deportivos, si uno también en promoción y publicidad de este municipio, porque estamos presentes en competiciones por todo el territorio nacional".
El club también necesita una ampliación de las instalaciones, que se están quedando pequeñas, para lo que existía un proyecto que desde la entidad quieren impulsar si se cuenta con el respaldo de las instituciones.
