Aunque el clima sea el mismo y la superficie de O Salnés reducida para que se produzcan grandes variaciones meteorológicas entre un punto y otro, sí que en ocasiones hay contrastes importantes entre el interior y la costa. Así ocurrió por ejemplo ayer, no tanto durante la mayor parte del día como al atardecer, cuando empezaron a bajar los termómetros. Así, las estaciones automáticas de Meteogalicia llegaron a registrar hacia las 20 horas variaciones en la temperatura en O Salnés de hasta 12 grados.
Los puntos más cálidos de la comarca a esa hora de la tarde se localizaban en Meis y Meaño, concretamente en Pé Redondo, Armenteira o Simes, donde el mercurio aún coqueteaba con los 30 grados. El registro más elevado era el de Pé Redondo, con sus 29,5 grados a las ocho de la tarde.
Sin embargo, la situación era completamente diferente en el litoral, donde a pesar de que también hizo mucho calor durante el día, refrescó bastante cuando se puso el sol. Siempre según las mediciones de las estaciones automáticas de Meteogalicia, a las 20 horas en Corón (Vilanova) el termómetro marcaba poco más de 19 grados, mientras que A Lanzada (O Grove), se quedaba en 18.
El máximo, 36 grados
La comarca estaba en alerta naranja por altas temperaturas, con una previsión de que se alcanzasen los 38 grados o incluso se superasen. No fue así según el servicio meteorológico de la Xunta, habida cuenta de que el máximo registrado fue de 36,11 grados en Pé Redondo. A muy escasa distancia le siguió Armenteira, con 35,99 grados. El tercer registro es el de Simes, con 34 grados, y le sigue otra población del interior, Barrantes, con 33 grados. Mientras, junto al mar, el termómetro alcanzó los 32 grados en Corón, y los 31 en Sanxenxo y A Lanzada.
No obstante, aún hizo más calor en el lugar de Torrequintáns, perteneciente también al municipio de Meis, donde se alcanzaron los 36,67 grados. En ese punto, la Xunta de Galicia dispone de una estación agrometeorológica. También la tiene en Tremoedo (Vilanova), donde se llegó a los 35 grados.
Las elevadas temperaturas hicieron que las playas no estuviesen tan concurridas como otros días del verano, al menos durante las horas centrales del día.
