La búsqueda y contratación de jornaleros para la vendimia ha comenzado. Algunos incluso han firmado ya su contrato y unos pocos han empezado a trabajar, aunque de momento en labores de limpieza y mantenimiento de bodegas y material.

En las próximas semanas alrededor de 15.000 personas desempeñarán alguna función laboral relacionada con una vendimia 2016 que está ya a la vuelta de la esquina y que solo en la Denominación de Origen (DO) Rías Baixas implica la contratación de unos 6.000 temporeros, a los que hay que sumar las aproximadamente 7.000 personas con un trabajo estable vinculado a la vitivinicultura al amparo de dicha marca de calidad y todas aquellas que van a currar en plantaciones ajenas a ella.

Unos y otros van a recoger una uva que, salvo imprevistos, tendrá una gran calidad, aunque lo ideal sería que lloviera durante unos días antes de la recolección para mejorar su hidratación y parámetros como el azúcar o la acidez.

Hay que tener en cuenta que, dependiendo de factores como la posibilidad de precipitaciones, la ubicación de las fincas y su orientación, las pequeñas bodegas y producciones de carácter familiar pueden empezar a vendimiar a partir del fin de semana que viene, mientras que las grandes plantaciones lo harán desde la tercera e incluso la cuarta semana de mes.

En el caso concreto de la DO Rías Baixas, algunas de las bodegas planean iniciar esta labor a partir del sábado 17, si bien las de mayor capacidad y cooperativas barajan aguantar hasta después del 24 para meter la uva en los tanques. Como siempre las parcelas de las subzonas productoras situadas más al sur de la provincia serán las primeras.

De un modo u otro el grueso de la campaña va a desarrollarse entre la última semana de mes y la primera o incluso la segunda de octubre, por lo que puede convertirse en una de las vendimias más escalonadas de los últimos tiempos.

Así pues, los jornaleros a los que se aludía anteriormente cobran a partir de ahora un papel protagonista que van a mantener durante un buen tiempo, con contratos que pueden limitarse a una semana o extenderse por periodos de diez o quince días, dependiendo de la bodega de que se trate.

Cada uno de esos trabajadores puede cobrar una media de entre 6 y 7 euros por hora, aunque hay casos en los que se pagan 8 y hasta 9. Algunos de los contratos preparados o firmados ya hablan de sueldos de entre 650 y 1.500 euros por periodos de quince días ininterrumpidos, con jornadas laborales que pueden llegar hasta las diez horas.

Es así como se meterá en bodega una uva que "está en perfectas condiciones, aunque a pesar de su excelente calidad le vendría muy bien un poco de agua", proclama Isidoro Serantes, gerente de Bouza do Rei, en Ribadumia.

En estas instalaciones, que ya están preparadas para la recolección, tienen previsto iniciar la vendimia el día 25 y recoger en torno a 1,3 millones de kilos de uva amparada por Rías Baixas; una denominación en la que "esperamos obtener entre 28 y 29 millones de kilos, con un ligero descenso respecto al año pasado", cuando se recogieron 32 millones.

Esto quiere decir, como reconoce el propio Isidoro Serantes y confirman otros bodegueros y enólogos, que "va a ser otra campaña fantástica", tanto por cantidad como por calidad.