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Aceite que se vacía en la alcantarilla

Los vecinos de Trabanca Sardiñeira siguen sin respuesta a la queja que han planteado en julio en el Ayuntamiento de Vilagarcía

Contenedor de aceite que vierte desde julio en Trabanca Badiña. // Iñaki Abella

El aceite doméstico es uno de los residuos más difíciles de eliminar del medioambiente y de ahí las campañas de concienciación ciudadana en las que se recuerda que un litro de este viscoso líquido puede contaminar hasta mil litros de agua.

Y de ahí la indignación vecinal en Trabanca Badiña, una parroquia vilagarciana que vive al lado del mar por lo que se le hace muy complejo soportar la desidia municipal cuando permite que uno de los colectores de aceite usado que existe en el lugar lleve varias semanas vertiendo aceite negro y quemado a una alcantarilla.

La queja se presentó ya a mediados de julio en el Ayuntamiento y llegado septiembre el contenedor sigue vertiendo gota a gota, de forma tan visible que ha provocado alrededor del registro una mancha oleaginosa de más de un metro de superficie.

A su alrededor, para advertir de la situación, se pueden observar dos conos de plástico de la Policía Local de Vilagarcía, con los que presumiblemente se señaliza el riesgo. También acudió Protección Civil para comprobar la situación.

Pero además del problema de contaminación, los vecinos temen que llegue el invierno y las lluvias por lo que junto a la calamidad medioambiental, temen que el aceite se expanda por toda la calle, provocando que el suelo sea resbaladizo. "Hay ahí unas curvas peligrosas por lo que si el aceite se extiende pueden producirse accidentes de tráfico", asegura uno de los vecinos de este barrio vilagarciano.

En el lugar existe un importante malestar con el gobierno por la desatención en el rural. De hecho a pocos metros del contenedor de aceite se pueden observan varias alcantarillas taponadas por la maleza. "Están inservibles y cuando llueve son la principal causa de las inundaciones que hay bajo el puente", aseguran, pues la situación se repite periódicamente.

También se quejan de la maleza y la suciedad del entorno, pues la acción de los servicios municipales es demasiado esporádica en uno de los entornos privilegiados de la localidad, dada su ubicación cerca de la playa de A Concha.

Y es que junto al contenedor de aceites usados se apreciaban ayer por la tarde otros residuos que deberían haberse trasladado hace tiempo al punto limpio. Desde bicicletas a televisores, además de otras piezas de desguace.

Luego, al gobierno no le duelen prendas a la hora de reclamar una nueva depuradora para Vilagarcía, pero claro la inversión corresponde a la Xunta de Galicia que gobierna el Partido Popular.

Como bien recoge la máxima bíblica: "Más fácil es ver la paja en el ojo ajeno que la viga en el propio".

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