Antonio Sineiro Padín, "Don Tucho", es uno de los sacerdotes más conocidos de O Salnés. Su aparición en el vídeo promocional de un festival de rock celebrado en Vilanova, hace ahora un año, fue solo una anécdota en su dilatada trayectoria, pero que llamó mucho la atención -incluso de medios de comunicación de ámbito estatal- tras ser visto dicho vídeo por más 10.000 personas. Pero una prueba más clara del cariño que le tienen los vecinos es que en los últimos cinco años ya le han rendido dos homenajes: en 2011 le hicieron uno, con motivo del 50 aniversario de su ordenación sacerdotal, y ayer otro, ya que cumplía 55.

Antonio Sineiro, nació en Barrantes (Ribadumia) en 1938, y se ocupa de la parroquia de San Ciprián de Vilanova desde hace décadas. Conocido por su pasión por la música y su apuesta por las actividades para atraer a los jóvenes a la actividad pastoral, sus feligreses le aprecian tanto que buscan casi cualquier excusa para hacerle un homenaje. Y ayer fue tanto el 55 aniversario de su ordenación sacerdotal como la tradicional "comida del buen pastor".

Los actos constaron de una misa a mediodía en la iglesia parroquial de Vilanova y de una comida para 200 personas, celebrada en el restaurante Forniños de Cambados. El homenajeado dijo unas palabras, y los vecinos que se habían ocupado de la organización del evento le hicieron unos regalos.

El 13

"Es un hombre al que le persigue el número 13", afirmó una de las promotoras de la fiesta. Así, apunta que nació un 13 de abril, se bautizó un 13 de junio, hizo las primeras órdenes un 13 de marzo, se ordenó sacerdote un 13 de agosto, y cuando ofició su primera misa sus padres lo festejaron sacrificando 13 corderos.

Antonio Sineiro también es un sacerdote que aprovecha las nuevas tecnologías de la comunicación para acercarse a los fieles y difundir la actividad de la Iglesia. En su parroquia tienen una página web, aunque él sostiene que eso no es ser "un cura moderno", sino "un cura actual". El sábado, cuatro parroquias de Meis homenajearon a José Antonio Souto por sus 50 años sacerdotales.