Bateeiros y depuradores coinciden al destacar el buen momento del mejillón gallego, tanto por calidad como por tamaño. No solo es grande, sino que está gordo, que no es lo mismo. Hace unos días lo explicaba a través de las redes sociales la responsable de I+D de Mexillón de Galicia, Ángeles Longa, al decir: "Una cosa es gordos y otra cosa grandes; gordo hace referencia a la relación entre el peso de la vianda respecto al de la concha, y la gordura tiene que ver más con la época (que no haya desoves y que haya mucho alimento para el mejillón) que con la zona de producción". Diferente es hablar de mejillón de concha grande y cuando está gordo también en carne. "Aquí sí hay una relación con la zona, y normalmente para un mismo tiempo en la batea son más grandes los mejillones de los polígonos más externos de las rías", pues reciben más alimento.

Pero este año "está especialmente gordo en todas las zonas, posiblemente porque este verano las aguas estuvieron frías". El viento del norte propició el "afloramiento" y, por tanto, la abundancia de las microalgas de las que se nutre el mejillón. En resumen, que el momento actual "es óptimo para degustar mejillón".

Era algo esperado, ya que el ciclo natural de desove de este año se desarrolló en inmejorables condiciones para el molusco.

A principios de julio desde el propio Consello Regulador abundaban ya en esto diciendo que una vez superado ese desove era el momento de reiniciar el proceso de certificación en puerto para mejillón en fresco -el que va a depuradora-, puntualizando entonces que el "oro negro" de las bateas se encontraba "en un momento excelente de calidad para su consumo".