Los enfrentamientos internos en la cofradía de pescadores de Carril, la agrupación de parquistas y la de mariscadoras no son nuevos. El propio patrón mayor decía hace días que en su junta directiva hay personas que apoyan "a los que roban y a los furtivos".
El caso de María Jesús González Culler es uno más, y a su juicio la "persecución" que sufre tiene mucho que ver con su defensa del a Lei de Acuicultura de Galicia que trató de impulsar la Consellería do Mar y finalmente se fue al traste; una propuesta de legislación a la que se opuso con fuerza el patrón mayor, José Luis Villanueva Vicente.
"Me persigue, a mi y a otras como yo, porque recogimos firmas en contra de su gestión, criticamos en muchas ocasiones decisiones que consideramos incorrectas y le pedimos que se marche", manifiesta.
Pero uno de los detonantes de las maltrechas relaciones fue, insiste esta carrilexa, que "defendí que la Lei de Acuicultura era buena para nosotras, para todas las mariscadoras de Carril y de Galicia, pero el patrón mayor estaba empeñado en hacer política con esto y rechazar esa ley a cualquier precio porque rechaza todo lo que pueda plantear el PP".
Esto la lleva a concluir que "el patrón mayor tiene muchas ganas a todos los que alguna vez lo criticamos o no apoyamos su gestión, y el problema es que se siente respaldado por sus acólitos, que es una palabra que ahora empieza a utilizar con frecuencia y que nada tiene que ver con las expresiones malsonantes y los malos modos que emplea en el muelle o la lonja, cuando no está la prensa delante".
