La imagen del entorno de la playa de O Bao, en A Illa de Arousa, tomada por las autocaravanas es algo que el Concello quiere regular para que no se vuelva a repetir la invasión que se ha registrado este año. En ese sentido, el grupo de gobierno va a contactar con Costas del Estado para buscar una fórmula de regulación de la estancia de las caravanas en ese entorno, donde una gran parte de ellas aprovechan los servicios de la playa de Bandera Azul para permanecer en la zona durante todo el verano.

Regular esas estancias es algo a lo que el Concello lleva tiempo dándole vueltas, pero el regidor, Carlos Iglesias, explica que "no se ha podido dar nunca el paso porque esos terrenos son de dominio público marítimo terrestre por sentencia judicial", aludiendo al litigio que, en su día, mantuvieron Costas del Estado y los comuneros de A Illa por la titularidad de esos terrenos, resuelto en favor de la primera de las instituciones.

"Nosotros podemos tener muchas ideas para llevarlas a cabo, pero en esa zona no tenemos competencias para actuar, más allá de realizar limpiezas de maleza para evitar incendios, por eso debemos sentarnos a la mesa con Costas y buscar, entre ambas administraciones una solución adecuada", explica Iglesias. Ese encuentro se va a solicitar en el mes de septiembre, una vez haya finalizado el período veraniego con el ánimo de que esa regulación, que fije la estadía o no de las autocaravanas en la zona, y de permitirla, por cuanto tiempo y con qué servicios, se encuentre en funcionamiento el próximo verano.

La opción de crear un área pública para autocaravanas es una de las que se puede impulsar, pero Iglesias recuerda que "en todo el territorio español solo hay un pequeño puñado de ellas gestionadas por los propios Concellos, casi todas son de iniciativa privada, y lo más importante, ninguna de estas áreas se encuentra en zona de dominio público marítimo terrestre, donde la normativa prohibe explícitamente este tipo de instalaciones".

Otra opción es aplicar la ley, que solo permite a las autocaravanas estacionar, nunca acampar, es decir, sacar mesas o sillas fuera del vehículo; extender toldos o elementos que salgan del perímetro; poner patas estabilizadoras, realizar vertidos de fluidos o emitir ruidos molestos. En ese caso, los autocaravanistas pueden ser sancionados.

Desde principios del verano, las caravanas han cubierto toda la explanada de O Bao, la mayor parte cumpliendo las normas, pero también se han visto autocaravanas claramente acampadas. "Aunque la mayor parte ha mostrado un comportamiento cívico, sí nos hemos encontrado con gente que ha vaciado fluidos de la autocaravana y se aprovecha de las duchas de la playa de O Bao para permanecer en la zona durante semanas enteras", explica Iglesias. Lavar platos, vaciar los químicos en las inmediaciones o enfrentarse a los socorristas "son solo algunos de los problemas que hemos tenido este año", reconoce Iglesias.

Entre los propios autocaravanistas también hay voces que consideran que la situación excede la lógica y que el Concello o Costas deberían regular su estancia. No en vano, durante el puente del 25 de julio llegaron a estacionarse o acampar en O Bao más de 200 autocaravanas, una cifra totalmente desorbitada. Toda esa cantidad de personas disparó por completo el consumo de agua y llenó los contenedores de basura.

No es la primera vez que el Concello de A Illa se ve obligado a regular o, directamente, prohibir, el estacionamiento de autocaravanas en el municipio. En el verano de 2012, el Concello decidió prohibir el estacionamiento de autocaravanas en el antiguo estacionamiento de O Bao, donde hoy se sitúan las obras del centro de usos náuticos. La decisión levantó bastante polémica con los autocaravanistas, pero acabó siendo aceptada.