La descarga masiva de mejillón que desde hace semanas se registra en Galicia permite al sector bateeiro -o al menos a buena parte del mismo- mejorar los resultados de 2015. Y eso que ya había sido un año fantástico, después de registrarse la venta de más de 264.000 toneladas por valor de 112 millones de euros, lo que suponía incrementos del 12% y el 14%, respectivamente, respecto a 2014.

La calidad que atesora el producto en estos momentos, después de un muy favorable desove -como se ha explicado en los últimos días- ayuda a que los precios en muelle sean ventajosos y animan a depuradoras, cocederos y conserveras a realizar sus pedidos, tanto en Galicia -principal destino del molusco de batea- como desde otros puntos de España, Italia y Francia.

Al frenético ritmo de ventas actual que propicia el disponer de un mejillón en mejores condiciones que nunca ayuda también, y mucho, la amenaza de un cierre generalizado y prolongado de bateas a causa de la presencia de biotoxinas marinas.

Al hilo de lo explicado en las últimas jornadas puede decirse que las células siguen su avance, y esto hace que los bateeiros traten de colocar en el mercado todo el producto posible, antes de que la prohibición de extracción los obligue a permanecer de brazos cruzados.

Ricardo Herbón, presidente de la organización de productores más importante de Galicia, Opmega, en la que se integran 750 bateas, confirma que en la actualidad "se trabaja en los puertos a un ritmo muy alto, sobre todo porque ya empezaron a hacer pedidos desde Italia y la industria también está tirando fuerte porque sabe que la época actual es muy buena".

Lo que quiere decir es que "el mejillón destaca en tamaño y en carne", lo cual es tanto como decir que la vianda del "oro negro" de las bateas es ahora más codiciada que nunca.

Este bateeiro arousano reconoce que el aumento de los niveles de toxicidad y el progresivo cierre masivo de bateas ha provocado un repunte de los pedidos, aunque "el ritmo ya estaba siendo alto desde principios de mes".

De este modo "a estas alturas del año podemos decir que nos movemos en unos niveles de descargas muy positivos, similares a los de 2015", puntualiza.

Herbón confía en que este frenético movimiento en bateas y muelles pueda mantenerse, "aunque ya se sabe con esto de las toxinas no se pueden hacer planes a medio y largo plazo".

Otros bateeiros consultados sostienen que si bien la campaña de Italia se desarrolla con fuerza a partir de septiembre, "este año se han adelantado los pedidos, y cada día que pasa son más".

Salta a la vista, teniendo en cuenta que en muelles como Vilanova ayer descargaban los barcos prácticamente de diez en diez y que en otros como Porto Meloxo (O Grove) los lotes de molusco se apilan en el puerto a la espera de la llegada de los camiones y carretillas, que también hacen cola en A Illa, Vilaxoán y otras muchas villas gallegas.

"La calidad del producto es máxima", relatan a pie de puerto los encargados de vigilar el rendimiento de las viandas que llegan en las diferentes "barcadas", las cuales se destinan a cocederos y conserveras y no dejan de sacarse de las bateas prácticamente desde que sale el sol hasta que cae la noche.