El jefe territorial de Infraestructuras e Vivenda en Pontevedra, José Luis Díez, visitó ayer Valga para ver sobre el terreno el resultado de dos actuaciones que se consideran una garantía de seguridad viaria, aunque bien es cierto que afectan a apenas 500 metros de terreno.

Por un lado se supervisaron las aceras construidas en la PO-548, en la recta de campaña, y por otro se pasó revista a la nueva senda peatonal de la PO-220.

Las aceras habilitadas a la altura de la conocida como recta de Campaña se ejecutaron en hormigón tintado de color ocre a lo largo de 280 metros, con 1,80 metros de ancho. A esto se sumó la colocación de bordillos de hormigón y la recogida de pluviales con un colector de PVC de 315 milímetros, sumideros y arquetas, todo ello con un desembolso de 26.157 euros.

En cuanto a las obras entre los puntos kilométricos 0,290 y 0,520 de la PO-220, permitieron "dar continuidad al itinerario peatonal existente, paralelo al trazado de dicha carretera autonómica por su margen derecho".

José Luis Díez explicó que estas labores se desarrollaron totalmente sobre dominio público, dando a la senda un ancho de 1,50 metros. La inversión en este caso rondó los 32.500 euros.