Con un único punto de salida, el municipio de A Illa ha vivido este verano un auténtico infierno para los conductores, especialmente a partir de las 20 horas de los fines de semana, cuando todo el tráfico que salía de las playas se encontraba con el embudo que supone el puente.

Las colas kilométricas se ha convertido en una constante que se llevaban con estoicismo por parte de los conductores. Especialmente importantes fueron las que se registraron los fines de semana de finales de julio y principios de agosto, donde llegar desde el Carreirón hasta la rotonda de Cardalda, en Vilanova, podía suponer más de una hora de recorrido, algo que habitualmente se hace en diez minutos.

Estacionar en las zonas de playa también se ha convertido en una auténtica odisea, especialmente en el vial que conduce al parque natural de Carreirón o en las inmediaciones de Area da Secada, arriesgándose muchos a una multa, cuyo importe es de 200 euros, al aparcar en el margen izquierdo da ambas vías, pese a las advertencias de la Policía Local de A Illa, que lleva anunciando una campaña de sanciones cada verano desde hace años.

La mayor parte de los vehículos acuden a A Illa para disfrutar de las más de 80 playas con las que cuenta el municipio, que este año han estado hasta la bandera, especialmente aquellas que cuentan con el distintivo de calidad que otorga la ADEAC, O Bao y Area da Secada.

Otro de los puntos de estacionamiento es el entorno de la playa de Bandera Azul de O Bao, donde existe una gran bolsa de aparcamientos que copan, en gran medida las caravanas, cuyos propietarios, aprovechan las duchas y los servicios con los que cuenta la playa, algo que ya provoca cierto malestar entre hosteleros y vecinos del municipio, que consideran que el Concello debería regular esas estancias, ya que "algunas se pasan todo el verano ahí estacionadas, generando en las proximidades problemas ya que vacían allí los sanitarios o consumen el agua de las duchas sin ningún tipo de control".

Es cierto que esa bolsa de estacionamiento pertenece a Costas del Estado, que ganó un litigio a los comuneros por la titularidad de esos terrenos, pero los vecinos consideran que "debe ser el Concello el que actúe, porque somos nosotros los que acabamos pagando esos servicios que ellos consumen".

Entre las propuestas que plantean se encuentra la de una zona destinada especialmente a las autocaravanas en las que se abone una cantidad por su uso y que permita abastecerse de agua y contar con un lugar adecuado para los sanitarios.

Sería una especie de área de servicio que se autofinanciaría, al estilo de los que existen en otros puntos de España, como Llanes (Asturias) o Baztan (Navarra).