A estas alturas ya hay 24 polígonos mejilloneros cerrados por presencia de biotoxinas marinas. Esto supone que quedan 28 operativos, pero nadie parece dudar de que ese número va a ir reduciéndose rápidamente. Además ya da igual dónde esté ubicada la ría, pues el nivel de células se ha disparado tanto en el norte de Galicia, donde están cerradas todas las bateas de Sada (Ares-Betanzos) como en las Rías Baixas. Muros-Noia, por ejemplo, tiene sus cuatro polígonos clausurados, mientras que Pontevedra solo puede sacar producto en dos de los ocho registrados, después de que ayer se cerrara el Portonovo C.

La ría de Vigo dispone ahora mismo de seis polígonos de mejillón abiertos -otros tantos cerrados- y en la de Arousa está prohibido extraer molusco en los cuatro polígonos de O Grove -los exteriores-, por lo que todavía quedan una veintena de zonas aptas para la comercialización.