El puerto grovense de Pedras Negras, en San Vicente, vuelve a ser protagonista. Cuando aún no se apagaron los ecos de la Regata Islas Atlánticas de barcos clásicos y de época, el Ejército de Tierra anuncia su regreso al lugar, que de este modo vuelve a convertirse en base de operaciones para preparar la "Campaña Antártica Española".

El objetivo es probar el material necesario -sobre todo los trajes resistentes a las gélidas temperaturas- y conseguir que los hombres se familiaricen con la navegación antes de poner rumbo a la base Gabriel de Castilla, situada en la isla Decepción en el archipiélago de Shetland del Sur, el cual se localiza a cien kilómetros del continente antártico y a más de mil de la costa sudamericana.

La enriquecedora experiencia del año pasado llevó al Ejército de Tierra a tomar la decisión de repetir estos ejercicios en aguas de O Grove, de ahí que la semana que viene vayan a darse cita en Pedras Negras especialistas en comunicaciones por satélite, mantenimiento, navegación, alimentación, medio ambiente, movilidad en nieve y medicina.

GALERÍA | El futuro de la Antártida pasa por O Grove. // Miguel Muñiz

Básicamente los soldados van a manejar embarcaciones neumáticas como las que emplearán en la Antártida, donde prestan apoyo a los investigadores que se ocupan de estudiar todo lo relacionado con la flora y la fauna, además de desarrollar variados proyectos tecnológicos, con o sin aplicaciones militares.

Desde el lunes van a recibir formación en capítulos como navegación y movimiento, normas de seguridad y reglamentos de marcas y señales, además de realizar prácticas de montaje y desmontaje de embarcaciones a motor, de entrada y salida de playa, navegación, empleo de GPS, saltos al agua, natación y uso de trajes de superviviencia.

En el Ejército de Tierra explican que su Campaña Antártica es "la operación militar en el exterior de nuestras fronteras más antigua actualmente en vigor", celebrándose año tras año desde hace treinta.

Se trata de "una misión militar reducida en cuanto a efectivos humanos, pero sin embargo única tanto por la lejanía, a 13.000 kilómetros de España, como por la colaboración que presta a la comunidad científica y por las dificultades climáticas", con temperaturas de 19 grados bajo cero, vientos de hasta 120 kilómetros por hora "y el riesgo de convivir junto a un volcán activo".

Organizada por el Ministerio de Defensa, en colaboración con el de Economía y Competitividad, esta importante expedición anual en la base Gabriel de Castilla está estrechamente ligada al papel que desempeñan en la Antártida tanto el buque de investigación oceanográfica "Hespérides" como la base Juan Carlos I, situada a veinte millas de la anterior y gestionada por la Unidad de Tecnología Marina del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

De este modo "constituyen las tres plataformas de investigación con las que opera España" en aquel continente "en el marco de los proyectos de investigación que coordina el Subprograma Nacional de Investigación Polar (SNIP)".

La campaña para la que se prepararán los militares desplazados a O Grove va a llevarse a cabo, como es habitual, durante el verano austral, es decir, desde mediados de noviembre hasta principios de marzo.

Procedentes de Zaragoza (4 militares), Madrid (otros 4), Valladolid, Tenerife, Melilla y Jaca (Huesca), los participantes en esta "fase de navegación" a celebrar en O Grove al abrigo del programa de instrucción y adiestramiento van a recibir apoyo del Batallón de Zapadores VII de la Brigada Galicia VII (Brilat), que aporta el material técnico para la realización de las prácticas y gestión de las instalaciones.

Así pues, todo está preparado en San Vicente de O Grove para recibir de nuevo al Ejército de Tierra y que los próximos expedicionarios de la Antártida asistan a "cinco intensos días de instrucción en horario de mañana y tarde que se iniciarán con hora y media de ejercicio físico, a base de carrera continua y circuitos de fuerza".