Las emblemáticas y deterioradas instalaciones del Beach Club La Toja, en la isla grovense de A Toxa, siempre fueron privadas, y lo seguirán siendo. Como adelantó ayer FARO, el Club de Golf La Toja adquirió este complejo turístico -en el que se incluye una piscina olímpica- por valor de 720.000 euros, lo cual cierra las puertas a cualquier operación tendente a incorporarlo al patrimonio público.

Las reacciones a la noticia del decano de la prensa nacional no se han hecho esperar, y entre todas cabe destacar la del gerente de Golf La Toja Jorge Canal. Por cuestiones obvias prefiere no detallar el proyecto que la entidad ha diseñado y declina hacer valoraciones hasta que la operación esté cerrada. Pero sí lanza un mensaje escueto y muy claro: "Todo lo que está ahí (en el Beach Club) va a quedar como estaba, lógicamente rehabilitándolo y consolidándolo, pues para eso hemos decidido adquirirlo".

Se cree que esto beneficiará no solo al club y la isla estandarte del turismo en Galicia, sino también al conjunto de O Grove y la ría de Arousa, pues lejos de cualquier especulación que pudiera realizarse parece claro que el Beach Club intentará resurgir de sus cenizas y se incorporará al plan de revalorización de A Toxa como destino turístico de primer nivel; una hoja de ruta en la que se incluye igualmente la anunciada rehabilitación del puerto deportivo mediante una inversión de 1,2 millones de euros que empezará a ejecutarse en otoño a manos del Club Náutico Isla de La Toja.

Hay ciudadanos, políticos y empresarios que, en cierto modo, lamentan la compra del Beach Club porque tenían la esperanza de que pudiera adquirirlo el Concello para destinarlo a fines públicos.

Pero dado que esto se antojaba materialmente imposible, por diferentes motivos, su adquisición por Golf La Toja se interpreta al menos como una forma de salvar las instalaciones que rodean a esta piscina y un modo de acabar con la imagen de abandono que proyecta, impropia de un destino turístico como A Toxa.

Alfredo Bea, concejal del Partido Galeguista Demócrata (PGD) de O Grove, apuntaba ayer que cuando fue responsable de Deportes en el anterior gobierno del socialista José Cacabelos "nos pusimos en contacto con La Toja S.A. y el banco propietario para ver las posibilidades de algún acuerdo para que el Concello pudiera explotar el Beach Club".

Lo que sucedió fue que "las pretensiones de los propietarios no eran asumibles porque no solo era cuestión de dinero, sino que proponían recalificaciones urbanísticas que no consideramos positivas para O Grove y que incluso podían suponer un pelotazo urbanístico, de ahí que frenáramos las conversaciones, porque en aquel momento entendimos que no podía asumirse aquello".

Sabe el galeguista que "desde entonces otros políticos intentaron vender motos que no eran asumibles, por lo que ahora tendrán que explicar aquellos proyectos que iban a desarrollar, pues si desde un principio se hubieran sentado a negociar se habrían dado cuenta de que las peticiones no eran asumibles para el Concello".

Ahora "todo queda a expensas de lo que quiera hacer el club de golf y veremos si su proyecto conlleva entendimientos puntuales con el Concello para actividades públicas".

Sea como fuere, Bea concluye que "si Golf La Toja compra el Beach Club es porque tiene un proyecto para reflotarlo, y todo lo que sea recuperar esas instalaciones puede ser bueno para la isla y O Grove, ya que es imprescindible acabar con la imagen lamentable que actualmente ofrece esa instalación en la isla emblema del turismo gallego".