La Guardia Civil ha detenido a los dos responsables de una empresa de Sanxenxo dedicada a la gestión de residuos tóxicos y de obra como presuntos autores de un delito contra los recursos naturales y el medio ambiente, pues están acusados de tirar los escombros sin autorización ni control alguno en media docena de puntos de la comarca de O Salnés. En una ocasión, manifiesta el Instituto Armado, tiraron los residuos en las proximidades de un arroyo, con el consiguiente riesgo de contaminación del agua.

Además de los dos detenidos hay otras dos personas investigadas, que son el propietario de una de las empresas de transporte que supuestamente efectuaba el traslado de los residuos, así como el dueño de la máquina retroexcavadora que emplearían para los mismos fines y que era, a su vez, propietario de una de las fincas donde se localizó uno de los vertidos incontrolados.

La investigación la llevaron a cabo los agentes del Seprona (Servicio de Protección de la Naturaleza) de la Guardia Civil de Vilagarcía, y se inició cuando los agentes tuvieron conocimiento de una parcela con una importante cantidad de residuos de construcción y demolición situada en la parroquia de Baión, en el municipio de Vilanova.

Tras las pesquisas, los agentes llegaron a la pista de la empresa de Sanxenxo, que se dedica a la gestión de residuos de obra e industriales. Así, la empresa le cobra al propietario por la retirada de los escombros, que tiene que llevar a destruir o reutilizar a una planta autorizada para ese fin. Pero supuestamente, los sanxenxinos no daban este paso, ahorrándose el dinero de la destrucción de los residuos, que arrojaban en distintos puntos de O Salnés, que pasaban a convertirse en escombreras.

En ellas se mezclaban restos de obra o de edificaciones con materiales considerados tóxicos y peligrosos para el medio ambiente, como placas de fibrocemento (uralitas, tuberías y canalones que contienen amianto), pinturas industriales, aceites minerales y filtros de automoción. Según los agentes del Seprona que inspeccionaron todos los puntos de vertido, estos restos se encontraban entremezclados con los de obra y semienterrados.

El delito que se les atribuye a los dos detenidos y a los investigados está penalizado en el Código Penal con hasta dos años de cárcel. Este tipo de vertidos de restos de obra aún son muy habituales en los montes y zonas rurales aisladas, pese a la existencia de instalaciones para la recogida de algunos de ellos (como los puntos limpios), las campañas de sensibilización social y las mayores penas judiciales. Además de daños al medio ambiente, estos residuos pueden ser perniciosos para la salud humana, pues los aceites y pinturas pueden acabar en los ríos o en el subsuelo, llegando a contaminar agua de consumo humano o que se utiliza para regar los cultivos.

Desarticulada una "trama"

La Guardia Civil considera que con esta operación se va por desarticulada una trama "dedicada al vertido ilegal de residuos peligrosos", y apunta que en total "se localizaron siete puntos ilegales de almacenamiento y depósito de residuos peligrosos", todos ellos en O Salnés.

Al localizar la empresa de Sanxenxo que supuestamente tenía que ocuparse del tratamiento de los residuos localizados en la parcela de Baión, los funcionarios del Seprona "comprobaron que ésta no solo carece de la preceptiva autorización administrativa para este tipo de actividad", sino que también era supuestamente responsable de otras seis escombreras, una de ellas situada en una finca anexa a las instalaciones de la misma empresa, según señala la Guardia Civil en un comunicado. "Como dato significativo que documenta el peligro potencial de estos depósitos y almacenamientos de residuos peligrosos, señalar que alguno de ellos se encuentra a pocos metros del cauce de un riachuelo que discurre por Sanxenxo", rematan los investigadores.