A las doce del mediodía, las puertas del camión museo de Repsol, situado en la explanada del Auditorio Municipal, se abrieron para recibir a varios niños que corrieron con ganas de adentrarse en la historia del motociclismo español. Nada más entrar, a mano derecha, los visitantes más pequeños se sorprendieron al ver el mono de competición de Dani Pedrosa por su reducido tamaño. "Pensé que era mucho más alto... si eso hasta me sirve a mí" explicó Gabriel del Río, de 13 años, al verlo. Unos pasos más adelante, los visitantes pudieron admirar la reluciente moto con la que Marc Márquez ganó su primer mundial de MotoGP; la mayoría de los críos no podían resistir las ganas de tocarla lo que les originó alguna que otra llamada de atención de los trabajadores. Aparte de estos dos elementos estrella, el resto de la muestra es totalmente interactiva y cuenta con un circuito exterior de correpasillos para los más pequeños. Otra de las atracciones es comprobar la evolución de los envases de lubricante Repsol, desde sus inicios, en la década de los 60, hasta la actualidad y ver un vídeo grabado con cámara "onboard" que muestra la visión de los pilotos desde la moto y permite escuchar el sonido del motor.

Zona histórica

En las paredes del camión se puede apreciar una línea de tiempo que destaca los hitos más importantes de la historia de la compañía en las distintas disciplinas en las que participa y ha participado, como el Mundial de Motociclismo, Dakar, Trial, Automovilismo, Vuelo acrobático, etcétera.

Al finalizar la visita, los asistentes pudieron llevarse una foto de recuerdo de los pilotos gracias a un montaje que permitía subirse con los ganadores al podio y someterse a un test sobre lo explicado para entrar en el sorteo de un descuento en carburante. Así, pequeños y mayores pudieron disfrutar de un día diferente en un cubículo itinerante de 145 metros cuadrados que ha recorrido decenas de ciudades repartidas por la geografía española.