Cuando parecía haberse instalado la calma, después de meses de agria polémica, el Partido Galeguista Demócrata (PGD) vuelve a la carga para tratar de evitar "el descontrol de las autocaravanas que estacionan y 'se alojan' indiscriminadamente en el municipio", y para frenar también "la mala imagen de una movida nocturna en la que no había problemas y ahora se traduce en botellón en las calles, vasos tirados y todo tipo de perjuicios".

Lo que hicieron los galeguistas, representados por el concejal Alfredo Bea, fue presentar alegaciones durante el periodo de exposición pública de la nueva "Ordenanza municipal de policía, buen gobierno y medidas para fomentar y garantizar la convivencia ciudadana en el espacio público del Concello de O Grove".

Este reglamento ya existía, pero fue su modificación fue recientemente aprobada en pleno -aprobación inicial- a instancias del gobierno socialista, dando mayor libertad a las autocaravanas y permitiendo que puedan retirarse bebidas de los locales nocturnos si se hace en recipientes de plástico.

Apenas un mes después de la puesta en marcha de esa ordenanza modificada "ya se comprueba que el resultado está siendo nefasto para O Grove", aseguran los galeguistas.