Las previsiones del sector hotelero no fallaron y la comarca de O Salnés vive el fin de semana más importante del verano, turísticamente hablando.

Aunque la temperatura ayer fue mucho más suave que en jornadas previas -lo cual también es de agradecer para muchos-, la ausencia de lluvias ayuda a llenar bares, restaurantes y hoteles, hasta el punto de que la mayor parte de los alojamientos colgaron el cartel de "completo".

También juega un papel importante la celebración de una gran cantidad de fiestas que ayudan a atraer visitantes en este puente festivo, entre ellas la de San Roque, en Vilagarcía, o las de carácter gastronómico que se llevan a cabo en A Illa y Vilanova.

En la localidad vilagarciana se vive este fin de semana con un fervor especial, ya que en realidad se trata de un macropuente festivo que llevará a vecinos y visitantes hasta la multitudinaria Festa da Auga, el martes.

Asimismo, la posibilidad de disfrutar del termalismo, del turismo verde y ornitológico, de la buena gastronomía, de los barcos de pasajeros que surcan la ría y de todo tipo de actividades folclóricas y culturales sirven de aliciente extra para la comarca arousana e incluso en los municipios del Bajo Ulla.

Eso sin olvidar que hay ayuntamientos como Sanxenxo y O Grove con un indudable tirón turístico que "se ponen las botas" en esta época del año.

Tanto es así que en el municipio grovense, con la isla de A Toxa como uno de los grandes reclamos de Galicia, el gobierno local tuvo que tomar medidas para reforzar servicios como los de seguridad, socorrismo, recogida de basuras y limpieza, ante la previsión de una masiva afluencia de visitantes.

"Nuestra población es de poco más de 10.000 habitantes, pero en un fin de semana como este O Grove puede dar cabida a más de 40.000 personas", explican desde el ejecutivo, donde incluso hacen un llamamiento a la colaboración ciudadana para evitar problemas ante semejante masificación.

Ayer, con la emblemática playa de A Lanzada menos llena que de costumbre a causa de la niebla -hasta las seis de la tarde la temperatura máxima no había pasado de los 18 grados centígrados-, los turistas centraron sus miradas en A Toxa, al igual que tomaron el casco urbano en busca de sus restaurantes y taperías, embarcaron en los catamaranes o pasearon por la parroquia de San Vicente, donde las zonas de Pedras Negras y Con Negro se llevan la palma.

Mención especial merece Punta Moreiras, donde se asientan el Acuario O Grove y el Museo de la Pesca y la Salazón. Este espacio natural también recibió una gran cantidad de visitantes, muchos de los cuales aprovecharon para visitar las playas allí situadas: Area de Reboredo y As Pipas.