La Consellería do Mar y cofradías de pescadores como la de A Illa, que fue la principal demandante de esta medida, inician una campaña de concienciación entre los bañistas para acabar con el furtivismo, y más concretamente con el que se produce de manera intensa en verano.

Son muchos los usuarios de las playas que extraen bivalvos sin ningún tipo de reparo, a pesar de tratarse de una práctica prohibida.

De ahí que la Xunta quiera hacerles llegar el mensaje, para lo cual se distribuyen en diferentes zonas intermareales 5.000 abanicos en los que se puede leer: "No vivimos del aire, los mariscadores tampoco".

Hay que tener muy en cuenta lo apuntado en el informe titulado "El furtivismo marino y su incidencia en la Comunidad Autónoma de Galicia", encargado por la Fiscalía General y elaborado el Servicio de Protección de la Naturaleza ( Seprona) de la Guardia Civil.

Como se explicó en otras ocasiones, en ese documento se determina que el furtivismo puede ser doméstico, vacacional, marginal, recreativo, profesional o legal, este último practicado por quienes usan los permisos de explotación marisquera o licencias de pesca para capturar ejemplares de talla inferior a la permitida o en veda.

Pero el que preocupa ahora mismo, y de ahí esta campaña puesta en marcha por Mar, es el furtivismo vacacional, practicado por aquellos que en sus periodos de descanso, sobre todo en verano, "acuden a las zonas costeras y/o de baño para recolectar ejemplares de fácil acceso" -especialmente almejas, berberecho y navajas- y realizan una extracción generalmente destinada a consumo propio", explica la Guardia Civil.

A lo que añade que "su aceptación social varía de unos lugares a otros, en función del perjuicio que esa actividad puntual pueda causar a otros usuarios".

Y no debe confundirse con el furtivismo doméstico, en el que se agrupan "personas que residen en los municipios costeros, generalmente personas mayores y marineros jubilados que por uso y costumbre recolectan ejemplares para consumo propio".

Pues bien, lo que pretende la consellería que dirige Rosa Quintana con este proyecto piloto de concienciación es hacer ver a los bañistas que "es ilegal coger marisco sin licencia", máxime cuando incluso puede causar daños al consumidor si se ingiere sin someterlo a los oportunos procesos de depuración.

Lo que pretende la Administración autonómica es "apelar a la comprensión de los ciudadanos que acuden a gozar de las playas como forma de ocio", advirtiéndoles de los múltiples perjuicios que genera la extracción ilegal del marisco entre los profesionales del sector.

"Los ciudadanos no deben coger marisco de los arenales sin permisos de explotación, y los consumidores no deben adquirir producto al margen de las vías legales de comercialización", resalta la Consellería.

Los mariscadores iniciaban a las dos de la tarde de ayer el reparto del material promocional de esta campaña entre los bañistas de A Illa. En los próximos días esta acción se extenderá a otros arenales de la provincia pontevedresa.