Mario Gándara es desde hace uno años un asiduo de la "Mostra Labrega" que el domingo celebraba su sexta edición a pie de río en los molinos de Lores. Es el único artesano del municipio de Meaño que muestra sus creaciones y exhibe su oficio de cantero con una demostración en la que, este año, tallaba, a golpe de maceta y punzón, una figura pensante que captaba la atención del público que paseaba por la senda fluvial. Artista plenamente autodidacta dio al salto hace uno años al mundo del arte en piedra, combinado ahora con madera y otros materiales, y busca abrirse un hueco en el mundo creativo. Lo hace con tesón, una desbordante imaginación y un escaparate de precios competitivos, todo, como él mismo reconoce mientras trabaja un detalle con el punzón, "con tal de capar la atención de público para que se detenga ante su obra."

-- ¿Qué pieza está creando esta mañana ante el público en esta Festa dos Muiños?

- Es una figura de cuarenta centímetros en granito que pretende mostrar a una persona agachada en actitud de pensar. Pero como el pensamiento no es claro, tampoco quiero que lo sean los rasgos de la figura? quiero que prevalezca en ella cierto componente abstracto, que el público tenga que complementar esos rasgos para descubrir en parte la figura en sí.

- ¿Cuánto emplea en tallar una pieza como esta?

-- Lo primero en una pieza es el proceso mental de concepción, en lo que inviertes en realidad mucho tiempo. Cuando ese paso está superado una pieza, como esta que tenemos delante, trabajada a mano, puede llevarme un par de días. Lo primero es darle forma y luego trabajar el detalle. Eso siempre que el proceso creativo resulte, porque hay ocasiones en que, cuando te pones manos a la obra, la pieza se resiste hasta el punto de que puede con uno.

- ¿Cómo se inicia usted en el mundo creativo?

- En realidad comencé son 19 años trabajando en la construcción de casas con una pequeña empresa de cantería en Meaño, en la que aprendí el oficio de cantero. A los 23, como quería evolucionar, pasé a trabajar en un aserradero de piedra en Nantes, y allí me inicié en el trabajo de molduras. Luego cambié de empresa y me vine para trabajar en Jumisa en Dena, donde ya acabé siendo el encargado de crear las piezas figurativas que encargaban los clientes, siempre con la piedra como materia prima. Cuando Jumisa cerró por la crisis hace cosa de cuatro años, me embarqué en esta aventura creativa en solitario, primero con un taller en casa y desde hace tres meses ya en Gondar.

- Es usted, pues, autodidacta.

-- Si, plenamente, no he ido ni a la Escuela de Canteros ni a curso alguno, todo es fruto de mi cabeza y de mis manos.

- ¿Cómo puede calificarse el tiempo de arte que crea?

--¡Uf!... Es innovación de por sí, porque siempre estoy inventando cosas, sin referencias, son piezas que bulle en mi cabeza.

- Y siempre, por lo que vemos, partiendo de la piedra.

- Fundamentalmente, pero también recurro a la madera, al hierro? me gusta el mezclar materiales. Últimamente experimento también algo con escayola y cerámica.

- Supongo que a lo largo de estos años se ha fijado en la obra de otros escultores de la comarca. ¿Alguno en particular le cautiva?

-- Sí, me gusta mucho lo que hace Pazos, esa forma que tiene él de aprovechar las formas de la piedra en su estado natural, de una madera del monte, para a partir de ahí darle su propia forma, pero el arte lo descubre primera ya en la naturaleza misma? es lo que siento y lo que también pretendo hacer.

--¿Se ha planteado realizar algún tipo de exposición de su obra?

-- Sí que me lo tengo planteado, pero ¡cómo son cosas que a veces tienes que pagar por ir?! Por ello, de momento, me muevo en este tipo de ferias artesanales: en esta Festa dos Muiños o en el Encontro co Viño de Autor en Meaño, en otras en Montalvo, Meis, Caldas, voy a la fiesta del Albariño este año? son los escaparates en los estoy por ahora.

- Veo que en su stand tiene desde una réplica en piedra de una guitarra eléctrica con cuerdas de acero, hasta de armas de fuego?

-- Sí, son piezas con la que intento captar la atención del público, como una bicicleta Ferrari que este año no traje?

- ¿Una bicicleta Ferrari?

-- Sí, es una réplica de un Ferrari de Fórmula 1 en versión bicicleta? Pero es real, puedes pedalear y hasta circular con ella.

- También hay obra suya en alguna iglesia.

-- Sí, han sido encargos de los sacerdotes: una concha en piedra en la iglesia de Meaño, una pila bautismal en Lores y un atril de piedra más una mesita en Dena.

- Incluso veo que ha dado el salto al mundo del trofeo deportivo.

-- Sí, hay que adaptarse al cliente y de un tiempo a esta parte he comenzado a crear por encargo trofeos artesanales que combinan piedra y madera u otros materiales.

- ¿No le ha encargado obra alguna el concello de Meaño?

-- De momento no. Sí mantuvimos un contacto para restaurar el escudo del Pazo de Lis, pero no cristalizó, de hecho esa restauración al final no se hizo.

- ¿Vivir de la creación es complicado?

-- Sí, y más aún para artistas pequeños, como es mi caso, que estamos intentando a diario captar la atención del público y hacernos un pequeño hueco.

- Visto en perspectiva ¿siente que llegó tarde a todo esto?

-- Sí, de hecho debí haber ido en su día a la Escuela de Canteros.

- ¿No se lo plantea aún?

-- Sé que hacen curso de noche, pero son horas a mayores después del trabajo y a mis años siento que es ya muy complicado,

- Veo que su esposa, aquí al lado también es artesana, en este caso crea muñecas. ¿Se conocieron siendo artesanos ambos?

-- No, primero nos conocimos, luego ella le cogió el gusto y empezó a hacer también sus creaciones. Ella prefiere los materiales blandos; yo, en cambio, trabajo con los duros. Creo que es una forma también de complementarnos.