El área sanitaria Integrada de Pontevedra y O Salnés gestionó el año pasado la donación de 33 órganos a través de siete donantes. La mayoría fueron riñones (12) y córneas (10). La Oficina de Coordinación de transplantes (OCT) del Complexo Hospitalario de Pontevedra, CHOP, presentó los datos de las donaciones registradas en el Hospital Montecelo durante 2015. "Teniendo en cuenta que somos un hospital de segundo nivel, la comparativa con otros hace que estemos en un orden muy aceptable", aseguró José Luis Martínez Melgar, responsable de la OCT.

En realidad, la cifra potencial de donantes era de más del doble, con 16, pero solo 7 se llegaron a materializar. Del resto, 5 se tuvieron que descartar por contraindicación médica y otros 4 no se efectuaron por la negativa de la familia.

Siete también fueron los donantes del año anterior, 2014. Se trata de unas cifras que supone un ligero aumento respecto a 2013, cuando el número de donantes había sido 5.

Según los datos que maneja el CHOP, la media desde 20011 ha sido de algo más de 5 donantes al año. Sin embargo, y la OCT tampoco puede aclarar los motivos, ha habido años en los que hubo un interesante incremento, como 2005, con 9 donantes, y 2012, con 11.

Respecto a la recepción clínica de donaciones multiorgánicas, el año pasado se generaron las donaciones de 12 riñones, 10 córneas, 7 hígados, dos pulmones, un corazón y un caso de material óseo.

En este sentido, Martínez Melgar indica que los más demandados siguen siendo los riñones, seguidos de hígado, pulmones y corazón. En total, en el conjunto de España, hay 340 personas en lista de espera de un riñón, 70 que aguardan por un hígado y dos que están pendientes de un corazón.

"Las cifras las maneja la Oficina nacional de Transplantes, ONT; nosotros solo tenemos en cuentas esos números para no perder donantes potenciales", aclara.

La información registrada en el CHOP evidencia que de los 7 donantes reales del año pasado, cuatro eran hombres y tres eran mujeres. En el caso de ellos, dos tenían edades entre los 65 y los 75 años y otros dos eran mayores de 75. Respecto a ellas, las tres eran menores de 65 años.

El "no" de la familia

"La negativa familiar sigue siendo nuestro campo de batalla", reconoció Martínez Melgar, quien recalcó que uno de los objetivos de esta oficina es informar de que la donación permite un incremento medio en la esperanza de vida de entre los 15 y los 20 años.

Por lo general, según explicó, existen dos tipos de negativa: la que el propio paciente manifiesta estando en vida y la de la familia que se niega a que se lleve a cabo la donación de algún órgano en concreto. En este último caso, los más complicados son los de córneas y los de huesos. "Hay que garantizarles unas condiciones estéticas adecuadas", indicó el médico.

En alguna ocasión, aunque con muy poca frecuencia, es el receptor del órgano el que se niega a recibirlo, bien sea por motivos religiosos o sociales. En ese momento se busca otro receptor que se encuentre en las listas.

La Oficina de Coordinación de Transplantes del área sanitaria de Pontevedra y O Salnés funciona como un centro explantador. "Es la Oficina Nacional de Transplantes la que se encarga de la distribución de los órganos", asegura Martínez Melgar.

La ONT tiene criterios para gestionar los transplantes. La prioridad son las personas que se encuentren en Urgencia 0. De los órganos que se gestionan desde el CHOP, la mayoría de ellos, alrededor de un 70 por ciento, se quedan en Galicia, confirma el responsable de la oficina pontevedresa. "Cada vez hay más receptores dentro de la comunidad gallega como para que se queden aquí", añade.

No todos los órganos que proceden de un donante van a parar al mismo receptor, de modo que se tienen en cuenta criterios de urgencias y de histocompatibilidad. "Afortunadamente, el índice de rechazo ha disminuido gracias a los inmunosupresores", informa Martínez Melgar.

Aumento de edad

La edad de los donantes ha aumentado considerablemente en los últimos años. Sin embargo, esto no ha supuesto ningún problema para la ciencia. "Cada vez, los donantes de los que podemos obtener órganos son mayores, pero eso no supone menor viabilidad. Ese hígado de una persona de 90 años puede ser tan válido como el de un donante de 80", explica el médico. "Lo más importante es la selección. Antes se les llamaba donantes de alto riesgo. Ahora sabemos que no lo son", añade.

El tiempo máximo que debe pasar entre la extracción del órgano y su transplante es de unas tres o cuatro horas en los de carácter torácico y de hasta seis horas en los abdominales.