El anterior gobierno municipal del PP tenía un proyecto casi perfilado para la segunda fase de remodelación del mercado de abastos que incluía escaleras mecánicas, pero esta iniciativa fue tumbada por Patrimonio, organismo tutelante del edificio por estar catalogado como bien a conservar por su interés arquitectónico.

Comenzaron entonces unas arduas negociaciones, ya lideradas por la actual concejala socialista de Urbanismo, Paola María Mochales, hasta encontrar el punto intermedio en el que se acepta la ejecución de un proyecto con un diseño más moderno y cuidado estéticamente, combinándolo con el modelo de mercado tradicional. Pero el problema surgió con un informe anterior en el que se estipulaba el restablecimiento de unas escaleras interiores que fueron derribadas en la primera fase de rehabilitación del mercado y que no pueden volver a recuperarse.

El Concello presentó un recurso de alzada contra la decisión de la Comisión provincial de Patrimonio que exigió la recuperación de las desaparecidas escaleras. La Secretaría Xeral de Cultura estimó el recurso municipal, autorizando la ejecución de un proyecto de la segunda fase de la remodelación del mercado de abastos. El acuerdo se notificó a mediados de abril, por lo que pudo volver a ponerse en marcha la maquinaria para la realización de estas obras.