El concejal de Esquerda Unida, Miguel Alves, compareció ayer acompañado por miembros de la agrupación local para poner luz sobre la polémica surgida en el pleno del jueves al abstenerse en dos votaciones importantes en las que sus compañeros, Jesús López y María Mosquera, se manifestaron en contra. Se trata de la ordenanza que regula la instalación de las terrazas hosteleras y de la autorización para la instalación de una gran superficie comercial del ramo de alimentación. Alves puntualizó que él fue el único que ha seguido la disciplina de su partido, consultando con las bases la postura a adoptar. Acusa a López de actuar por su cuenta, de forma dictatorial, razón por la cual hubo gente de la lista que se negó a asumir el puesto vacante de concejal.

Miguel Alves estuvo arropado en sus declaraciones por los miembros de la agrupación local de Vilagarcía Celia Iglesias, Ramón Bueno y Cristina Barros. Estos explicaron que la agrupación izquierdista establece que sus concejales deben consultar con las bases en asamblea todas sus decisiones. El caso es que desde abril en que hubo renovación de los cargos de la agrupación a nivel comarcal no volvió a convocarse ninguna asamblea ni tampoco el consello político del partido para determinar los nuevos órganos de gobierno de las agrupaciones locales.

Con esta situación, los militantes vilagarcianos decidieron celebrar reuniones todos los miércoles por la noche, a partir de las 22 horas, a pesar de que no son convocadas oficialmente en asamblea con la orden del día.

A estos encuentros acude puntualmente Miguel Alves, quien acusa a sus compañeros en el Concello, los ediles Jesús López (cabeza de lista de EU) y María Mosquera de no asistir. En los últimos tiempos, solo acudían el miércoles anterior a la celebración del pleno, según explicó Alves, que considera un contacto insuficiente con las bases del partido para aportar toda la información sobre la vida municipal y poder adoptar decisiones colegiadas.

Pero el caso de la pasada semana fue aún más atípico, según la versión aportada ayer por el edil y los compañeros con los que compareció. Alves manifestó que cuando llegó a la reunión celebrada el día anterior al pleno Jesús López y María Mosquera ya no estaban. Otro compañero le indicó que habían estado con Juan Fajardo, pero que no habían hablado nada del pleno.

Miguel Alves mantuvo el encuentro habitual con los militantes, valoraron los asuntos plenarios y decidieron la postura a adoptar de abstención para no seguir el juego del Partido Popular. Al día siguiente se encontró con López y Mosquera en el local municipal y les preguntó qué iban a votar, recibiendo como respuesta que lo que acordaron en asamblea.

"Yo voté lo acordado por las bases de la agrupación, ellos lo hicieron a título personal porque no hubo tal asamblea. Yo defendí la disciplina del partido y él (por Suso López) me acusó de ser sumiso al excoordinador. En el momento en que una decisión colectiva no le gusta se enfada, no le gusta perder votaciones, ya dijo que se estaba planteando dejar la organización. Yo seguiré haciendo lo que hacía, respetando a las mayorías", declaró Miguel Alves.

Por su parte, Ramón Bueno hizo un llamamiento para que el coordinador comarcal, Juan Lamelas, convoque el consello político para la formación de la ejecutiva y el resto de los órganos locales. De este modo se podrán convocar asambleas formalmente. Apuesta por la toma de decisiones de forma colectiva para evitar personalismos.

Celia Iglesias, que integró la lista de EU en el cuarto puesto, confesó que dio un paso atrás y decidió no aceptar el cargo de concejala, al igual que otros compañeros que le siguieron en la candidatura, por la actitud dictatorial de Jesús López. Miguel Alves, con el número 9 de la candidatura si aceptó el puesto, pero con la condición de consultar con las bases.