El técnico de una ambulancia salvó la vida ayer tarde a un conductor que sufrió un accidente en la salida de la circunvalación de Vilagarcía, a la altura de la rotonda de Santa Mariña. El hombre, de unos 60 años de edad, circulaba con su mujer y un menor de cinco años como acompañantes en dirección al Hospital do Salnés cuando, por causas que están por esclarecer, se salió de la calzada por el margen izquierdo, subió por un barranco y quedó volcado en el arcén. La aparatosidad del siniestro fue acorde a la gravedad de las heridas que sufrió el conductor, cuya identidad no ha trascendido. El hombre entró en parada cardiorrespiratoria, con la suerte de que una ambulancia de apoyo que realiza tareas como trasladar a pacientes a diálisis circulaba detrás de su coche, un Dacia Sandero.

La actuación del técnico sanitario que iba en la ambulancia resultó crucial porque, como ayer incidían efectivos de Protección Civil de Vilagarcía, pocos minutos en parada cardiorrespiratoria pueden ser definitivos para la vida de una persona. El técnico abrió las puertas del vehículo, tiró del herido y lo arrastró al exterior y de forma inmediata comenzó a realizarle maniobras de reanimación al tiempo que alertaba al 061, que movilizó a dos ambulancias, una de ellas medicalizada, y a un helicóptero con base en Santiago de Compostela. Durante más de media hora continuaron los masajes hasta que los servicios sanitarios lograron estabilizar al paciente, subirlo en una camilla e introducirlo entubado en el helicóptero, que lo trasladó de urgencia al Hospital Clínico de Santiago. El estado del hombre era crítico y se temía por su vida dado el tiempo que estuvo en parada.

Cortada la N-640

El helicóptero aterrizó en pleno asfalto de la carretera N-640, por lo que el tráfico estuvo cortado durante unos 45 minutos en el tramo comprendido entre las rotondas de Santa Mariña y Fontecarmoa. La circulación de vehículos fue desviada por la Guardia Civil de Tráfico, que movilizó a cuatro patrullas que se encargarán, además, de investigar las causas del accidente. No se descarta que el conductor siniestrado sufriera una indisposición antes de perder el control del coche o incluso un despiste u otras circunstancias. Los servicios de emergencias explican su extrañeza por el lugar y la forma en la que se produjo la salida de vía con vuelco. Al salir de la rotonda de Santa Mariña comienza una cuesta arriba y a poco más de 100 metros los vehículos deben ceder el paso para acceder a la N-640, por lo que el exceso de velocidad parece descartado en este caso. Los otros dos ocupantes del turismo, mujer y niño, sufrían dolores cervicales y magulladuras propias de este tipo de colisiones.