Resultaría complicado encontrar un lugar mejor para ver ayer la puesta de sol que la terraza de la bodega Martín Códax. A sus impresionantes vistas sobre la ría de Arousa se le unieron ayer poderosos atractivos más allá incluso de los agradables sorbos a un albariño bien fresquito.

Los Xoves de Códax celebraron su concierto estrella con la presencia de dos reconocidas voces de la historia de la música española como son las de Soledad Giménez y Teo Cardalda. Todo un lujo para los sentidos y también para la solidaridad. Y es que la recaudación que generó la presencia de casi medio millar de personas irá a beneficio de la causa que defiende Cogami, una federación de asociaciones de personas con discapacidad que pelea por la plena inclusión social de este colectivo.

Acompañada al piano por Ivan Melon Lewis, la aterciopelada voz de la que fuera líder de Presuntos Implicados atemperó el caluroso atardecer. Redondeó grandes temas de Antonio Carlos Jobim o Edith Piaf con interpretaciones propias que se ganaron el favor del público desde la primera nota.

Teo Cardalda le tomó el relevo. El de Vilaxoán aprovechó la ocasión para mostrar nuevas creaciones como un precioso tema dedicado a su madre. Su inseparable María Monsonís también le acompañó en el escenario para recordar algunos de los temas estrella de Complices.

La apoteosis se produjo cuando Soledad Giménez y Cardalda fusionaron sus talentos para crear momentos de magia musical en Martín Códax. No faltó el homenaje a otras grandes referencias de la edad de oro del pop español como son Manolo Tena y Antonio Vega. Mucha sangre española en poco más de una décima de segundo.