-¿Cómo fue represaliado?

-Aquí tuvo muchos procesos penales, en Tierra y Libertad, que es el primer periódico en el que escribe en España, llegaron a pedirle tres años de prisión por un artículo con el título de Humildes, aunque fue absuelto por un jurado. Después, cuando estaba en El Rebelde, que era un periódico más radical que Tierra y Libertad, tuvo 16 denuncias de la fiscalía, incluso estuvo algún tiempo en la cárcel. Fue a prisión no solo con motivo de la expulsión de Argentina, que estuvo algunos días en Barcelona y después, en el traslado a Pontevedra, pernoctó en las cárceles de Zaragoza, Palencia y León, también en Pontevedra, sino que en Madrid fue condenado por un artículo, Apología a Joaquín Miguel Artal, a 21 días de prisión como consecuencia de no pagar una multa de 125 pesetas.

-Fue amigo del anarquista que quiso matar al rey

-Si, fue amigo de Mateo Morral y después del atentado declaró dos veces como testigo en la causa, porque no solo estaba procesado por delitos de imprenta sino que participó como testigo en algunos procesos contra anarquistas, como es el caso de ese atentado contra Alfonso XIII o del procesamiento de Antonio Apolo, al que le imputaban la tenencia de bombas con un fin dudoso.

-¿Fue especialmente perseguido o se correspondía con lo normal en la época?

-Era la época, Julio Camba es expulsado de Argentina por la Ley de Residencia, que era una ley de represión del anarquismo lo que sucede es que se edulcora con ese nombre, y en el primer barco, que es el Reina María Cristina, que trae la remesa inicial de expulsados ya viene él con otros notorios anarquistas, en su mayoría gallegos.