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La encrucijada de una de las entidades recreativas más importantes de Vilagarcía

El Liceo Casino sopesa mudarse a un local más modesto para evitar la quiebra de la sociedad

El 5 de agosto celebran una asamblea para elegir la nueva directiva -Antonio Castro admite que "la situación es difícil y hay que plantearse algunas reformas serias" -Al colectivo ya solo le quedan 340 socios

Antonio Castro, y a sus espaldas un cuadro del vilagarciano Antón Rivas Briones, en un salón de la sede actual. // Iñaki Abella

El Liceo Casino de Vilagarcía ya lleva un tiempo tocando fondo, y sus responsables actuales han llegado a la conclusión de que es hora de dar un golpe de timón para invertir la caída. El 5 de agosto (viernes) es la fecha que el equipo de Antonio Castro ha elegido para convocar a los socios a una asamblea en la que de alguna manera se decidirá el futuro de la histórica sociedad recreativa. Antonio Castro está convencido de que "la supervivencia" de la entidad está garantizada, pero que ha llegado el momento de tomar decisiones difíciles. Y una de ellas podría ser la venta de su actual sede de la calle Castelao, para comprar otro local más modesto y, en consecuencia, menos costoso a la hora de mantener.

El presidente señala al respecto que "la situación es difícil y hay que plantearse algunas reformas serias. Una de las posibilidades que se han valorado seriamente es la de mudarnos a una ubicación más económica. Hay que pensar que donde estamos ahora es una planta de 1.200 metros cuadrados y necesitamos tres conserjes. Solo en sueldos ahí ya se nos va mucho dinero". Muy lejos quedan ya viejos proyectos, que fueron recibidos con gran ilusión, pero que se fueron demostrando inviables en la situación económica actual, como el de establecer el domicilio de la comunidad en la antaño lujosa casona de los Duques de Terranova, hoy en ruinas.

Nueva directiva

La convocatoria de la asamblea del 5 de agosto es sobre todo para elegir nueva directiva, ya que será ese nuevo equipo al que le toque tomar "las decisiones difíciles" a las que alude Castro.

A la actual directiva aún le quedaban unos meses de mandato, pero Antonio Castro considera que es mejor actuar ya que dejar pasar los meses. Por eso, adelantó las elecciones. "Hay que tomar una serie de medidas que son necesarias para la sociedad. Y eso es algo que tiene que hacer el equipo que entre o el nuestro, si seguimos, pero con conocimiento de causa".

Una de las medidas a las que ha aludido Castro es una hipotética venta de la actual sede para mudarse a otro lugar más barato. Y aunque el actual presidente no lo dice por ahora, fuentes consultadas sostienen que quizás podría ser necesario también ajustar el personal, pues las nóminas son actualmente una de las losas más pesadas que soporta el Liceo Casino.

A esta histórica sociedad vilagarciana le ocurre lo mismo que a otros colectivos de este tipo. Actualmente cuenta con poco más de 340 socios, pero en sus años de esplendor llegaron a ser 2.000. Esta entidad es la fusión de tres históricas entidades de la ciudad, como fueron el Liceo, el Casino y el Club de Mar. Mientras, el Círculo Mercantil de Vigo, que llegó a tener 14.000 socios en sus buenos tiempos, suma actualmente en torno a 1.100.

Antonio Castro no cree que la razón de este declive de abonados se deba a una cuestión económica por el precio de las cuotas. "Una familia entera paga 25 euros al mes, y puede participar en actividades de vela, piragüismo? Hay tenis de mesa gratis, los mayores van a pilates y taichí también gratis".

El presidente afirma igualmente que pase lo que pase el deporte seguirá siendo una de las señas de identidad de la organización. "Se puede renunciar a todo, menos a los deportes, porque ese es el futuro". De hecho, entre los proyectos próximos que Castro tiene en cabeza (siempre y cuando siga al frente de la sociedad) se encuentran las clases de iniciación a deportes de raqueta para niños de más de cinco años, así como clases de iniciación al deporte para mayores de 55 años.

Pero la situación económica de la sociedad es delicada. Un banco les reclama 125.000 euros, y el Puerto 80.000 por el frustrado proyecto del puerto deportivo, y eso les impide recibir subvenciones. Y la pérdida de socios no permite ingresar mucho. Pero por el momento la convocatoria de elecciones no ha tenido el efecto deseado. Ya se han mandado las circulares a los socios advirtiendo del proceso, pero no se ha presentado nadie.

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