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El Concello restaura el lavadero de Pazo do Monte, el segundo en tamaño de Meaño

Las obras también se desarrollan en el entorno de esta infraestructura municipal de la que se encarga la empresa Covsa

Trabajos en el entorno del lavadero de Pazo do Monte. // T.H.

Dentro del plan de mejora de lavaderos públicos y fuentes, que viene promoviendo desde hace años el concello de Meaño, se ejecutan estos días las obras de remodelación del lavadero del barrio de Pazo do Monte en Padrenda.

Se trata de un viejo lavadero público con cubierta de pastas de perpiaño que fuera construido en el año 1957 por concello y Diputación de Pontevedra, siendo entonces alcalde Manuel Varela. Con sus 33,02 metros cuadrados es el segundo lavadero más grande del municipio en superficie, y presenta la singularidad de tener delante un doble pilón para las tareas de lavado de ropa, que juntos pueden albergar un total de 4,6 metros cúbicos de agua.

La obra fue adjudicada por el concello a la empresa Covsa por un montante total de 11.470 euros y conlleva no solo la mejora de la construcción sino de todo su entorno.

Es así que desde hace casi un mes operarios de la empresa trabajan en la zona que se prevé quede totalmente acondicionada a inicios de agosto.

La primera labor fue la de vaciar el fango del pozo de riego que existe delante del lavadero y dotar su suelo de una capa de hormigón para evitar los lodazales que se producían con anterioridad.

Mejora en los accesos

Luego se construyeron varios muros de contención en mampostería para afirmar el terreno de acceso que baja en desnivel -el cual estaba muy emboscado-, y se habilitaron pequeñas terrazas y escaleras entres ellas, más una senda peatonal en jabre de 50 metros de longitud por un sendero interior que lleva a la zona haciendo las veces de segundo acceso, y que discurre también por detrás del lavadero púbilco.

Los operarios trabajan ahora en el acceso principal desde el vial público que transita por la parte alta y mantienen entubado provisionalmente al pozo de riego anexo la fuente de agua potable que surte de agua el lavadero, a fin de dejar seco el pilón para poder realizar en él tareas de sellado de sus paredes y disposición de un nuevo firme hormigonado para evitar filtraciones.

La obra está dirigida por el ingeniero agrónomo Gabino Grande y cuenta con la arquitecta técnica municipal Evangelina Vea como coordinadora de seguridad y salud.

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