Un pequeño incendio estuvo a punto de convertirse en una catástrofe para tres familias de San Miguel de Deiro, en Vilanova, puesto que las llamas quedaron a escasa distancia de sus casas. Los hechos sucedieron en el lugar de Viñagrande, a escasa distancia del campo de fútbol y del colegio.

Los primeros en ver el fuego fueron José Luis Abal y su mujer, que se mudaron a esa casa de Viñagrande hace ocho meses. "Eran las 11.30 y nos dimos cuenta porque estábamos en la cocina haciendo de comer. Empezamos a escuchar crujidos como de fuego, y fue entonces cuando lo vimos. Si llegamos a estar en la habitación ni nos enterábamos". Así, tras escuchar el ruido se asomaron a la ventana y vieron el fuego avanzando por el monte hacia la parte posterior de su casa. Aunque en el entorno próximo hay otras dos viviendas, y ambas estaban también de una u otra forma amenazadas, era la suya la que corría un mayor peligro.

Abal cuenta que salieron enseguida tanto él como su mujer, "e intentamos apagarlo nosotros mismos con ropa y capachos de agua, pero ya era imposible pararlo". No estaban solos, pues también habían salido de las otras dos casas para contener el fuego.

El vilanovés, nacido en Venezuela, aunque tiene sus orígenes familiares en San Miguel, explica que cuando vieron que ellos solos no podrían con el fuego llamaron al 112. "Pero funciona fatal. Tuve que llamar varias veces porque unas me daba comunicando y después es que no llegaba nadie", añade.

La situación era delicada, puesto que la zona que estaba ardiendo solo estaba separada de la huerta de Abal por una rejilla metálica. Además, el hombre tiene toda su propiedad llena de hierba seca. "La tenemos así para segar y vender". De hecho, las llamas pasaron la verja y se adentraron algo en su propiedad. El cerco oscuro del terreno quemado quedó a poco menos de un metro de la parte posterior de la edificación.

Llegan los bomberos

Los primeros equipos de extinción en llegar al punto fueron los bomberos del parque de Ribadumia. Fueron ellos quienes lograron controlar el avance de las llamas, que para entonces ya habían quemado entre 300 y 400 metros cuadrados de terreno, entre arbolado y monte raso.

Hacia las 13 horas se incorporó también un equipo de Protección Civil de Vilanova. Según José Luis Abal, fue la concejala Nuria Morgade, que es natural de San Miguel, quien los llamó para alertarlos. El operativo se completó posteriormente con una brigada de extinción de la Consellería de Medio Rural, que seguía en la zona regando el terreno para evitar un eventual rebrote de las llamas pasadas las dos de la tarde.

"Yo estoy contento y agradecido con la labor que han hecho los equipos -prosigue José Luis Abal-, sobre todo con la de Protección Civil, que por encima no cobran. Todos hacen un trabajo encomiable. Pero lo que sí debería mejorar es la organización del sistema", incide, en alusión a la supuesta mala gestión de la emergencia en la central del 112.

Un enorme susto

José Luis Abal afirma que "ha sido más un susto que otra cosa, pero si llega a hacer viento esto habría sido un infierno", y señala no solo la huerta llena de hierba alta y seca, en el medio de la cual se encuentra la casa, sino también las ramas de unos pinos situados en la finca que ardió y que se sitúan encima de su propiedad. De hecho, tocan prácticamente el tejado de la casa. "Me parece que el propietario de la parcela es de Cambados. Lo que sí que le pediría es que cortase esas ramas, que las tengo encima del tejado, y le tengo la estructura de madera".

Las altas temperaturas de estos días sitúan los montes de O Salnés y Ullán en riesgo extremo de incendio. En un mapa que elabora a nivel autonómico la Consellería de Medio Rural se estima que las posibilidades de que se declare un fuego en los montes de esta zona superan un 81 por ciento. La declaración de riesgo conlleva la adopción de determinadas medidas, como la prohibición de circular o permanecer en las zonas de mayor riesgo.

También ayer, Protección Civil de Cambados acudió al lugar de A Pedreira a sofocar otro incendio, en un punto donde ya ardió el martes pasado.