Fascinación, nostalgia y, sobre todo, muchas ganas de pasárselo bien. Estos han sido los motivos que alegan los 55 participantes en la IV Ruta de Coches Clásicos que ayer recorrió el trayecto entre Valga y Cuntis.
"Son coches que hemos heredado de algún familiar o un modelo que han comprado y que has tenido ocasión de encontrar, pero también joyas de la carretera realmente apasionantes", explica Raúl Santaya, a la sazón secretario del colectivo que desde hace cuatro años organiza la ruta entre la playa de Vilarello hasta el balneario de Cuntis.
En total participaron 55 coches de diferentes épocas, desde Seat 1.500 a Simca 1.000, el tradicional Seiscientos o R-8, pero también un típico turismo Citroën 11 o un Cadillac que no dejaron a nadie indiferentes, al menos en el recuerdo.
La cita fue a las diez de la mañana en Vilarello donde se concentró un centenar de personas que fueron invitadas a visitar el Museo de la Bella Otero donde se pueden ver desde restos arqueológicos a documentos que pertenecieron a la Bella Otero, a Ferro Couselo y otros intelectuales.
Desde allí se dirigieron hacia el balneario de Cuntis para disfrutar durante algo más de una hora de sus instalaciones. Luego regresaron por el mismo camino, con calma, saludando a los que les saliesen al camino y disfrutando del paisaje.
Sobre las tres de la tarde regresaron a la playa fluvial para pasar el resto de la jornada, a la sombra, con una comida a base de pulpo servida por el popular Mandís, churrasco, postre y café. A su término se procedió a la entrega de premios a los asistentes en un acto que se celebró también en esta zona fluvial del concello valgués.
Raúl Santaya agradece la colaboración que en todo momento les han prestado los voluntarios de Protección Civil de Valga y de Cuntis, pero subraya que se trata de una ruta muy tranquila "con el número de coches más adecuado para que las caravanas no interrumpan demasiado el tráfico en las carreteras generales".
También destaca que se eligió esta fecha de julio "porque en el mes de agosto no se pueden realizar este tipo de concentraciones que requieren el auxilio de otras fuerzas de seguridad". Por ello, la mayor parte de estas citas se ciñen a los meses de julio y septiembre.
Ayer se desarrolló otra en Monte Lobeira hasta Xiabre, con la misma filosofía de disfrutar de los coches antiguos al máximo. Los coleccionistas suelen ser verdaderos amantes del mundo de la automoción y de la mecánica que acuden a estas concentraciones no solo para presumir de verdaderas joyas de la carretera sino además para compartir experiencias y conocimientos sobre este mundo. En O Salnés hay varios vehículos de principios del pasado siglo y también relacionados con hitos históricos.
