Las obras de reforma que el Ministerio de Empleo y Seguridad Social, del que depende el Instituto Social de la Marina, prevé acometer en la Casa do Mar obligan a un cambio de sede del Club de Jubilados y Pensionistas de Vilagarcía después de 48 de actividad en el inmueble de la avenida de la Marina. "Nos quieren echar", ratifica el nuevo presidente del colectivo, José Cao García, que asumió el cargo hace dos meses. Pero si no les ofrecen un local alternativo, similar al actual y que cumpla con sus necesidades, están dispuestos a resistir y a vender caro su traslado. "Llevamos allí 48 años y aguantaremos", avisa el presidente.

La directiva del Club de Jubilados no tiene preferencias en cuanto a trasladarse a un local u otro, siempre y cuando sea accesible y con unas características muy parecidas al actual. "Si nos ofrecen una cosa similar no pondríamos impedimentos", pero por el momento las opciones que ha barajado el Concello no parecen viables. El Auditorio fue una de ellas, pero terminó descartándose por la necesidad de compartir las dependencias con otros colectivos. Así pues, los jubilados se agarran a la que es su casa, la Casa do Mar, mientras no les planteen una alternativa viable. "Aguantaremos", reitera José Cao.

El Ministerio de Empleo y Seguridad Social plantea una reforma integral del edificio de tres plantas y ya advirtió al Club de Jubilados que no habrá sitio para ellos en el inmueble una vez que concluyan las obras, que ni siquiera tienen aún fecha de comienzo. La inversión será millonaria para poner fin a las deficiencias del inmueble y darle mayor funcionalidad.