Los niños saharauis del programa "Vacaciones en Paz" viajarán finalmente a Galicia. Seis miembros de la directiva de la asociación Solidariedade Galega co Pobo Saharaui han avalado con su patrimonio un préstamo bancario de 105.000 euros, que es el dinero que les faltaba por reunir para costear los vuelos de ida y vuelta de los 325 niños que pasarán el verano en Galicia con familias de acogida. De estos, 18 recalarán en hogares de la comarca de O Salnés. Los niños llegarán en dos grupos, entre mañana sábado y el domingo, y estarán con sus familias de acogida hasta finales de agosto.

El "Vacaciones en Paz" de este año estuvo a punto de suspenderse por problemas de financiación. Las compañías aéreas argelinas pidieron este año a las asociaciones que pagasen los vuelos por adelantado, lo que en el caso de Galicia significaba para Solidariedade Galega co Pobo Saharaui un desembolso de 290.000 euros. Pero no disponían de ese dinero, pues habitualmente lo recaudan a lo largo del año mediante la celebración de actividades solidarias o la venta de rifas, o lo ingresan de ayudas de concellos y otras administraciones, que en muchos casos no pagan hasta que la acogida de los niños está terminada y justificada con las facturas de los vuelos.

Y cuando ya parecía que todo estaba perdido (a estas alturas de julio, otros años, los niños ya habían llegado) la presidenta de la asociación, Maite Isla, puso una propuesta sobre la mesa: pedir un préstamo bancario de 105.000 euros. Pero dado que era una cantidad importante, las entidades pedirían avales, e Isla propuso que seis personas voluntarias fuesen avalistas.

Se propusieron más, y se realizó un sorteo. Entre los que se ofrecieron se encuentra Rosana Rey, de Vilanova, aunque finalmente su nombre no fue de los elegidos por el azar. "Es una decisión que tomamos en la asociación a la desesperada. Si no hiciésemos eso los niños no podrían venir este verano, y eso sería tremendo".

La arousana aduce que los avalistas no tienen miedo de no poder pagar el préstamo, "porque cuando la gente tiene ganas de que los niños vengan va a trabajar a tope", y sostiene que "mi familia me apoyó totalmente" cuando les dijo que se ofrecería como avalista. "Sabían que no había otra forma posible de que viniesen los niños. Habíamos recurrido a todo, a actividades, a rifas...".

Así las cosas, viajarán a Galicia 325 niños de entre ocho y trece años. De estos, 18 recalarán en O Salnés. Los ayuntamientos con más familias acogedoras son Vilanova y Vilagarcía, con siete niños, respectivamente; y cuatro niños se establecerán respectivamente en O Grove, Meaño, Sanxenxo y Cambados. "Aún estamos todos muy nerviosos", declara Rosana Rey.

"Un parto difícil"

Maite Isla se muestra muy agradecida tanto con el banco como con el notario en cuyo despacho se formalizó la operación. "En el banco nos pusieron unas condiciones fantásticas, y el notario solo nos cobró una sexta parte. Nos pusieron todo tipo de facilidades". "Ha sido tanto un embarazo como un parto difícil", prosigue.

Eso sí, ya avanza que en 2017 van a intentar cambiar el sistema porque "esto es un sinvivir". "Ahora toca disfrutar la llegada de los niños, pero para el año tendremos que planificarlo de otro modo. No podemos estar dependiendo de las subvenciones de los concellos y de la venta de rifas".

Isla llegó hace apenas tres días a Galicia, tras un viaje al Sahara. Indica que la situación allí es muy dura para la población infantil. "Estos días están a 54 grados".

El programa "Vacaciones en Paz" se lleva a cabo en toda España. En el caso de Galicia, las primeras familias en acoger niños de los campos de refugiados lo hicieron en 1991. Desde entonces nunca se había suspendido la actividad.