La Policía Nacional de Vilagarcía detuvo ayer a un "aparcacoches" como supuesto autor del acuchillamiento a su hermano, también "gorrilla". La presunta agresión se produjo dentro de la Comisaría, sobre las 10 de la mañana, y el agredido sufrió un profundo corte en el cuello que le obligó a pasar por el quirófano, si bien los médicos creen que está fuera de peligro.

Ambos hombres acostumbran a situarse en el entorno de la Comisaría, los juzgados, y la plaza de abastos para ayudar a los conductores a encontrar un hueco libre donde aparcar a cambio de una propina. Al parecer, es habitual verlos discutir, y también ayer tuvieron un nuevo enfrentamiento.

Este estalló sobre las 10 de la mañana, y en un momento dado uno de los dos hermanos, de iniciales J.R.S.P. y 48 años, salió huyendo de la zona y se dirigió a la Comisaría de la Policía Nacional, presuntamente con la intención de pedir ayuda. Pero su hermano le siguió, y antes de que J.R.S.P. consiguiese ponerse a salvo, el hermano presuntamente lo atacó con un cuchillo, alcanzándole el cuello.

La agresión se produjo ya dentro de las instalaciones policiales, y el presunto agresor fue reducido, mientras los agentes procedían a dar aviso al 061 de lo sucedido. Hasta la zona se desplazó una ambulancia del 061, que procedió a trasladar a J.R.S.P. hasta el Hospital do Salnés, donde fue atendido en el área de Urgencias. Los médicos consideraron oportuno someterlo a una operación quirúrgica, debido a las heridas que le habían ocasionado el cuchillo, y a primera hora de la tarde fue ingresado en planta. Aunque su pronóstico es reservado, en principio no se teme por su vida. La prueba de ello es que ni fue derivado a la unidad de cuidados intensivos ni trasladado a otro centro hospitalario.

Entre tanto, la policía procedía a detener a su hermano, al que se acusa de un presunto delito de homicidio en grado de tentativa. También se intervino el cuchillo, que se incorpora como prueba a la espera de que el juzgado llame a declarar al detenido.

El anterior gobierno de Vilagarcía intentó evitar la actividad de los "gorrillas", al considerar que incomodan a un gran número de conductores y que su presencia es un foco de problemas, aunque finalmente es algo que no lograron. Ni siquiera lo consiguieron en los lugares en los que se implantó la zona azul.