Las obras de asfaltado de la PO-531 entre Vilagarcía y Pontevedra provocaron ayer, de nuevo, importantes retenciones tanto en este vial como en la Autovía do Salnés. A las horas punta de la jornada las retenciones llegaron a ser kilométricas, lo que provocó que el viaje entre la capital arousana y la ciudad del Lérez durase el doble de lo que es habitual. Así, en la mañana de ayer, entre las nueve y media y las once horas aproximadamente, realizar el recorrido entre estas dos ciudades llevó a los conductores cerca de una hora, cuando lo habitual es que se realice este recorrido en la mitad de tiempo.

En los últimos días los atascos se circunscribían a la PO-531, pero en la jornada de ayer también se produjeron en la salida de la Autovía do Salnés. Las tareas de asfaltado se hicieron a la altura de la rotonda de Curro (la situada junto a la iglesia parroquial), y eso provocó que en dirección Pontevedra coincidiesen tanto los vehículos que venían de la carretera PO-531 como los que salían de la Autovía do Salnés. En cambio, la circulación en sentido Vilagarcía o Sanxenxo fue mucho más fluida durante toda la jornada.

Todo el entorno del Curro, donde se encuentra el "macronudo" es un punto crítico para esta obra de asfaltado, de ahí que a medida que la maquinaria pesada se aproxima a él las caravanas que se forman sean más largas.

El hecho de que se estén acometiendo estas obras en pleno verano ha causado malestar entre muchos conductores. La PO-531 ya soporta habitualmente una densidad de tráfico muy elevada -más de 18.000 automóviles al día de media, según los datos de aforos de la Xunta de Galicia-, y con las vacaciones de verano el tránsito de automóviles todavía aumenta más. Por ello, consideran que el hecho de haber programado estas obras para julio ha sido un error de cálculo. De hecho, esta carretera es muy utilizada para acudir a las playas de O Grove y Sanxenxo desde Pontevedra, y el buen tiempo de los últimos días también ha significado un incremento de la circulación a primera y última hora de las tardes.

Desde la mañana

Minutos antes de la diez de la mañana, los conductores se encontraban con el atasco nada más salir de la macrorrotonda del nudo de Curro. Allí, los coches que intentaban acceder a la PO-531 procedentes de la Autovía do Salnés también se encontraban con el embotellamiento.

Los vehículos avanzaban lentamente a medida que los operarios iban dando paso alternativamente a los automóviles en una y otra dirección mientras mantenían un carril cortado por las obras. El atasco llegaba desde el nudo de Curro al lugar en el que se ejecutaban las obras, varios kilómetros más adelante en el lugar de Bretoña, a la altura de la antigua fábrica de puertas Comercial Vilanova, cerrada desde que sufrió un incendio.

Además, la ausencia de vías que comuniquen estas dos ciudades, salvo la AP-9, que obliga a que los conductores se tengan que abonar el peaje, provoca que no haya muchas alternativas para evitar las obras. Precisamente en la autopista, un accidente entre varios automóviles a su paso por Poio (justo debajo del puente de A Barca) provocó ayer retenciones en los dos carriles en dirección hacia A Coruña. Los coches implicados en el suceso inutilizaron uno de los dos carriles de la autopista y aunque se dio paso por el que quedaba libre las retenciones alcanzaron en algún momento hasta el otro lado de la ría, con todo el puente de la autopista colapsado en dirección norte.