En Cambados, se celebró ayer San Benito. Las calles estuvieron abarrotadas desde la mañana a la noche. Al ser festivo, los cambadeses no quisieron perderse las continuadas misas ni la procesión en honor del "santo máis milagreiro". Las misas comenzaron a las siete de la mañana y acabaron con la procesión que recorre el centro del pueblo para terminar, de nuevo, en la iglesia -repitiendo el recorrido de años anteriores-. El santo, que llevaba numerosos billetes sujetos a su capa, salió acompañado de los fieles y el grupo de cabezudos y gaitas "Volandeira".

Luego, al finalizar la procesión, se celebró la tradicional "poxa", fundamentalmente de gallos de corral y gallinas, pero también de algunas ovejas y becerros.

También hubo espacio para los callos y vinos. Además, alrededor de esta fiesta religiosa se desarrollaron, en la Plaza de Fefiñáns, múltiples actividades que atrajeron a niños y mayores durante todo el día.

Los más pequeños disfrutaron de los distintos carruseles pero también los mayores tuvieron ocasión de pasar una agradable jornada de verano con un paseo por los diferentes "chiringuitos" de feria, desde puestos de ropa y libros a puestos de artesanía y rosquillas de anís. También se encontraban las típicas pulpeiras y atracciones destinadas a público adulto. El elemento que no podía faltar esta jornada era el aceite de San Benito que se vendió a 1,5 euros. El bálsamo se acompañaba de una estampa y había una persona encargada de explicar a los compradores cómo aplicarlo para que el "máis milagreiro" acabase con las enfermedades de la piel o cualquier tipo de verruga de sus devotos.