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Los comuneros de San Miguel denuncian el abandono de algas en sus terrenos

Culpan a la Cofradía de no buscar una alternativa adecuada para su eliminación y van a poner los hechos en conocimiento del Seprona -El calor provoca mal olor en la zona

Algas acumuladas en las parcelas comunales de San Miguel de Deiro, en Vilanova. // Noé Parga

La acumulación de algas en las propiedades comunales ha provocado un importante malestar en el seno de la Xunta de Montes de San Miguel de Deiro, en Vilanova de Arousa, que ya se han puesto en comunicación con el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil para que se levante acta de la situación en la que se encuentran algunas de sus parcelas. Desde la comunidad de montes señalaban ayer directamente a la Cofradía de Vilanova como la responsable de la situación, al haber abandonado en esas parcelas, que se encuentran entre las playas de As Patiñas y Rego de Alcalde, las algas que retiraron del mar.

"Lo han hecho sin permiso de la comunidad de montes y ahora nos encontramos con el problema de los malos olores en toda esa zona por causa de la putrefacción de las algas, algo que no estamos dispuestos a consentir", explicaban ayer desde la directiva de los comuneros. Desde que detectaron que se estaban arrojando las algas en sus montes, los comuneros han mandado escritos y solicitado entrevistas con los responsables de la Cofradía para buscar una solución. Incluso, desde los comuneros se llegó a plantear la posibilidad de que una empresa especializada en biomasa se hiciese cargo de las algas, pero "siempre nos encontramos o con negativas o con palabras vagas que no han servido para solucionar la situación y ahora nos encontramos con las algas en putrefacción y con un olor nauseabundo por todo el entorno de las playas de As Patiñas, Castelete y Rego de Alcalde".

No es la primera vez que ocurre una situación similar entre la comunidad de montes de San Miguel de Deiro y la Cofradía de Vilanova. La anterior ocasión "fue con la directiva precedente, a la que instamos a que no volviesen a arrojar algas en las parcelas comunales sin permiso o presentaríamos denuncia, algo que se cumplió hasta este año, en el que nos hemos vuelto a encontrar con este problema".

Desde la comunidad de montes ya han solicitado al Seprona que acuda a la zona para elaborar un informe sobre la situación en la que se encuentran las parcelas y que obligue a la Cofradía "a cumplir la ley, nosotros no vamos a consentir que quieran pasarnos por encima de esta forma".

Las mariscadoras de Vilanova llevan varios meses retirando algas de diferentes playas del municipio ante el temor de que su descomposición sobre la arena acabe provocando una gran mortandad. Además, si esa putrefacción se registra en los arenales, el terreno puede quedar inservible durante varios años.

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