El gobierno municipal de Vilagarcía se desmarca de la polémica suscitada por la reunión que mantuvieron esta semana el alcalde, Alberto Varela, efectivos del Servicio de Emergencias y representantes del Consorcio de Bomberos y de la empresa que gestiona estos últimos parques, sin presencia de ninguna representación de la plantilla de bomberos. El comité de empresa transmitió ayer su enfado porque "no contaron con nosotros, por lo que las decisiones que se hayan tomado (en la reunión) no nos vinculan", añadiendo que, en caso de volver a producirse desencuentros con Protección Civil, "nos reservamos el derecho de adoptar las decisiones que consideremos oportunas". El encuentro convocado por el alcalde pretendía apaciguar los ánimos entre ambos cuerpos de emergencias tras varios conflictos en la atención de siniestros o accidentes. Un portavoz del Ayuntamiento eximió al gobierno vilagarciano de responsabilidad, explicando que hace unas semanas el regidor ya se había reunido con los delegados sindicales de los bomberos, por lo que "conoce sus reivindicaciones". A raíz de ese encuentro, añade, fueron el propio Consorcio y la empresa que gestiona los parque "los que se dirigieron al Concello para decir que, la próxima vez, los convocásemos a ellos, que se encargarían de decidir quiénes representaban a la plantilla", afirman fuentes municipales. Así, pues, concluye "el Ayuntamiento ni pincha ni corta". Lo que se acordó en el encuentro a tres bandas de este jueves fue la redacción de un nuevo protocolo de actuación más operativo que el existente y que deje claro las competencias de cada cual. Se anunció también que, para favorecer el clima de colaboración, los dos cuerpos participarán en jornadas de adiestramiento y actualización de sus conocimientos".