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Los socorristas se ponen en marcha

En Vilagarcía disponen de sillas de ruedas y muletas adaptadas para la arena

Susana Meda y Rubén Soria, ayer en el puesto de socorro de la playa A Concha-Compostela. // Noé Parga

Todos los servicios de socorrismo en las playas de Vilagarcía están activados y funcionando al cien por cien. Y una de las novedades de esta temporada es que se siguen dando pasos en accesibilidad. Los socorristas disponen de muletas adaptadas a la arena para que las personas discapacitadas o con dificultades de movilidad también disfruten en la playa.

Las muletas, al igual que las sillas de ruedas, están a disposición de cualquier usuario en la caseta de los socorristas de la playa Compostela, donde hay que solicitarlas. Además, cuentan con un quad, la ayuda de Protección Civil siempre que sea necesaria, ambulancias y un botiquín para poder atender las posibles picaduras y rozaduras de los bañistas.

Once socorristas serán los encargados de velar por la gente de lunes a domingo, para que las playas queden cubiertas todos los días de la semana y poder así ofrecer la máxima seguridad a todos los que quieran disfrutar del verano.

Este 2016, cuentan con servicio de vigilancia y socorrismo en Vilagarcía las playas de A Concha-Compostela y las dos que ondean la bandera azul, que son las de O Preguntoiro y O Campanario, en Vilaxoán y Bamio, respectivamente. Personal del Servicio Municipal de Emergencias y Protección Civil complementan la labor de los socorrista contratados tras el proceso de selección.

A Concha-Compostela cuenta con cuatro profesionales durante los meses de julio y agosto. Algunos días de la semana, por la mañana, son solo tres los efectivos movilizados, pero por las tardes y los sábados y domingos siempre trabajan cuatro. Susana Meda y Rubén Soria son dos trabajadores de esta playa y cuentan que su día a día es tranquilo. "Por las mañanas, como casi no hay gente, caminamos pero por las tardes, formamos patrullas". El dispositivo comienza después de la hora de comer y consiste en que algunos caminan mientras los demás vigilan desde la torre de control con los prismáticos".

Cuentan que "el trabajo parece más sencillo de lo que en realidad es porque afortunadamente, por ahora, apenas hemos tenido incidencias, pero hay que estar en alerta constante y aunque no nos sometamos a situaciones de estrés, estamos preparados para afrontarlas". Meda afirma que "te encuentras un poco de todo". "Este año las únicas incidencias que hemos tenido fueron algún perro perdido o porque los chavales quieren tirarse del mirador".

Esta antigua construcción de madera les está trayendo más de un dolor de cabeza. Discuten con los adolescentes que acuden a la playa porque no pueden permitir que se arrojen al mar de esa forma. La socorrista afirma que "en una ocasión tuvimos que llamar a la policía para que dejasen de hacerlo y les cayeron tres o cuatro denuncias. Es fastidiado para nosotros porque venimos a trabajar pero tenemos que ponernos estrictos para que nos hagan caso".

Un riesgo para los demás

Ese tipo de comportamientos suponen un riesgo para esos bañistas, pero también para los demás porque "mientras estamos en un sitio, no podemos estar en el otro y si se llevan a cabo acciones peligrosas, tenemos que merodear por la zona". Ambos consideran que la playa es segura aunque se podría mejorar, pero está fuera de su alcance. Los usuarios no deberían tener ningún problema, pero Susana Meda piensa que es necesario que se cierre el mirador. "Yo creo que no aporta nada. Está prácticamente inaccesible y es lo que más problemas nos está dando".

Rubén Soria considera que es importante contratar más personal porque "es complicado poder organizarse en una playa tan grande".

La recomendación de este socorrista ya había sido contemplada por el Ayuntamiento de Vilagarcía, porque al hacer la previsión de personal para verano, demandó un total de 16 personas, pero la Xunta solo concedió presupuesto para 11 trabajadores, exactamente el mismo número que en 2013.

Además, de en A Concha-Compostela el Ayuntamiento también ofrece servicio de socorrismo en las playas de O Preguntoiro en Vilaxoán y O Campanario situadas en Bamio.

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