Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

"Piringüinos" en ruta a Compostela

La expedición desde la Antártida recorre la Variante Espiritual de O Salnés

Los militares, científicos y marinos del Hespérides llegaron ayer a Armenteira. // Iñaki Abella

La peregrinación Xacobea más larga de la historia está a punto de ser completada. Son un total de 14.075 kilómetros desde Isla Decepción, en la Antártida, hasta Compostela, una distancia de la que informa desde hace meses una señal en el continente helado y que marca el inicio de la ruta más larga a Santiago. El bautizado como Camino Antártico pasa por la comarca de O Salnés, a donde llegaron ayer tarde, para hacer parada en Armenteira, punto del que saldrán hoy para ser recibidos por las autoridades en Vilanova, antes de embarcar y recorrer el camino original que realizó el Apóstol.

Los cerca setenta "piringüinos" (una mezcla entre pingüinos y peregrinos, como se hacen llamar) iniciaron ayer en Pontevedra el tramo final de este Camino Antártico. El grupo lo forman cinco militares del Ejército de Tierra que formaron parte de la dotación de la base española Gabriel de Castilla en la Antártida, comandados por el militar de la Brilat Alberto Salas; científicos que les acompañaron en esta misión y personal de la Armada que forman parte de la dotación del buque de investigación oceanográfica Hespérides, con su comandante, el capitán de fragata, Julio Albaladejo al frente. Aquí en España se han sumado a la peregrinación miembros de la Federación Española de Asociaciones de Amigos del Camino de Santiago, organismo del que partió la idea. Fueron ellos quienes entregaron a los militares el Banderín de esta Primera Peregrinación Xacobea Antártica que ondeó durante meses junto a la enseña nacional en la base Gabriel de Castilla.

Custodiado por el jefe de la misión militar, Alberto Salas, y por el comandante del Hespérides, el banderín y los peregrinos instauraron las dos primeras paradas de este largo camino en Ushuaia y Buenos Aires, Argentina, antes de regresar a España. Concretamente, el Banderín llegó con el Hespérides a Cartagena y ayer en Pontevedra inició el último tramo de Camino.

Alojados en las bases de la Brilat y la Escuela Naval de Marín, militares, científicos y amigos del Camino comenzaron ayer esta recta final de su particular ruta xacobea desde el santuario de La Peregrina. Para completar el mínimo de cien kilómetros a pie que se exige para la obtención de la Compostela, optaron por una ruta distinta al Camino Portugués, realizando la ruta espiritual de O Salnés que ayer les llevó hasta el monasterio de Armenteira. Hoy continuarán desde el cenobio hasta el mar de Arousa en donde tomarán un barco emulando la "traslatio" original del Apóstol hasta Padrón y desde allí a Santiago en donde serán recibidos el jueves, completando una peregrinación "histórica".

El grupo también está formado por numerosos científicos que habitualmente acompañan al personal militar a la base de Isla Decepción en cada campaña. Antonio Quesada es el gestor del programa estatal de investigación polares y ayer aseguraba en nombre de todos ellos que están "muy contentos de estar aquí". "Nos parece que la unión entre el Camino de Santiago y el espíritu antártico es perfecta", explica, "en la Antártida no hay fronteras, no hay soberanía no pertenece a nadie, es un espíritu sin fronteras y se parece al del Camino". Este espíritu de "compartir" un mismo camino, "el mismo itinerario de la tierra" es el que impulsa a este grupo científicos, militares y amigos del Camino a llevar el Banderín Antártico a Santiago.

La directora xeral de Turismo de la Xunta, Nava Castro, agradeció la iniciativa que también permite promocionar todavía más el Camino y especialmente la ruta por el Mar de Arousa.

Esta peregrinación cumple lo que se profetiza en el Códice Calixtino, en el que se explica que "se puede llegar en peregrinación a Santiago desde todas las naciones y más allá de los confines del mundo". De igual forma, el comandante del buque oceanográfico Hespérides, Julio Albaladejo, asegura que la iniciativa "ha ido ganando nuestros corazones" y resaltó que se trata de un camino esencialmente marítimo.

Por su parte, el que fue comandante de la base Gabriel de Castilla en la última Campaña Antártica el militar de la Brilat Alberto Salas, destacó que "para el Ejército de Tierra es un privilegio formar parte de este proyecto que sitúa al Camino de Santiago más allá de donde nunca antes había llegado".

Compartir el artículo

stats