Cuando el sector mejillonero todavía está digiriendo lo ocurrido la pasada semana en el muelle de Vilanova, un nuevo golpe ha pillado a todos por sorpresa. En esta ocasión ha llegado en forma de corte de cuerdas de batea en un parque de cultivo situado en el polígono A1, cuyo propietario, un bateeiro vilanovés, se encontró con la desagradable sorpresa en la jornada de ayer. Todo apunta a que el sabotaje se produjo durante el fin de semana, algo que denunció el propietario ante la Guardia Civil, que inició las investigaciones sobre lo ocurrido. En principio, no se descarta ninguna hipótesis, ni siquiera que la acción pueda haber sido cometida por los mismos que abrieron los grifos de fondo del "Santorito".

Al igual que con el hundimiento del "Santorito", esta nueva acción ha sorprendido a todo el sector, porque se registra en un momento en el que no existe una especial conflictividad. Sector convulso de forma habitual, gran parte de los bateeiros reconocen estar preocupados con lo que está ocurriendo, "no lo entendemos, es cierto que al mercado le está costando arrancar en estos momentos, pero en cuanto coja carne el mejillón y se vaya la toxina de la ría, se venderá sin problema porque las fábricas están esperando a que eso ocurra cuanto antes".

Algunos bateeiros reconocen que "se está extendiendo una psicosis muy peligrosa en el seno del sector, porque son muchos miles de euros los que se invierten en el mar, y cafradas como las del "Santorito" o las de esta batea pueden suponer un golpe del que sea difícil recuperarse".