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El camarón y el bogavante comparten protagonismo en las lonjas y mariscadas del estío gallego

Aunque con menos trascendencia que la nécora, porque es menos abundante, el bogavante es otro de los crustáceos a tener en cuenta cada verano; y hoy comienza su captura. En las naves "Tipo I y II" se permiten un máximo de 40 nasas de langosta y bogavante por cada embarcación, junto con 20 más por cada tripulante enrolado a bordo, hasta alcanzar un máximo de 80 nasas; mientras que el tope es de 100 nasas en las de "Tipo III", 120 en las de "Tipo IV" y hasta un máximo de 140 en los restantes buques.

La nasa de langosta y bogavante se usa de noche, desarrollándose la actividad desde dos horas antes del ocaso hasta dos horas después del orto y fijándose el descanso semanal entre dos horas después del orto del viernes hasta dos horas después del ocaso del domingo.

Estas nasas deben ser levantadas y llevadas a tierra el fin de semana, una vez cumplido el horario de trabajo del viernes.

En la segunda mitad de 2015 se vendieron en Galicia más de 8 toneladas de bogavante por valor de 189.000 euros, con un precio máximo de 54 euros por kilo.

Destacan los 37.000 euros facturados en Ribeira por 1,5 toneladas de esta especie; unos ingresos similares a los de Cedeira, por la venta de 1,2 toneladas, que es también la cantidad vendida en Burela, en este caso por valor de 32.000 euros. También puede hablarse de los 18.000 facturados en A Coruña por solo 767 kilos y de las lonjas de O Grove y Vigo, que superaron los 9.000 euros.

Si el bogavante aspira a completar las mariscadas del verano gallego lo mismo puede decirse del camarón, que el año pasado reportó unos ingresos de 1,8 millones de euros en las lonjas tras la venta de 75 toneladas.

Se trata de un producto importante, y prueba de ello es que en el primer semestre de este ejercicio ya se superaron los 353.000 euros en lonja (10 toneladas).

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