El Partido Popular afirma que "la desesperación parece empezar a hacer mella en el alcalde", Alberto Varela, ante el bloque de la ordenanza de terrazas, que aún no pasó por el Pleno desde que a mediados de abril el gobierno presentó un borrador a la oposición. La ordenanza "es un hueso duro de roer", incide el portavoz popular, Tomás Fole, que critica la "posición desafiante del alcalde y sus concejales" y su "política de oídos sordos que los deja a la altura del betún".

El líder del PP acusa a Varela de "ningunear" al sector de la hostelería "por no dignarse a explicarle ni el cuadro sancionador al que se exponen ni querer escuchar sus propuestas". El PP instó en su día al alcalde a reunirse con todos los hosteleros vilagarcianos y no solo con el colectivo Ahituvi, cosa que Varela rechazó este martes afirmando que "nos reuniremos con la oposición porque necesitamos tres votos" para aprobar la ordenanza, dado que los socialistas gobiernan en minoría. Esta frase "pone en evidencia el talante de Varela", que "con manifestaciones como esta solo busca mercadear apoyos", apunta Tomás Fole.

Las dos, hora límite

El regidor vilagarciano se mostró el martes dispuesto a reconsiderar el punto más polémico de su borrador de ordenanza, la regulación horaria que fija las dos de la madrugada en verano y la una en invierno como límite máximo para que los hosteleros recojan las sillas y mesas de las vías públicas de viernes a domingo. Durante la semana tendrían que hacerlo una hora antes, con el objetivo de conciliar los intereses del sector con el descanso de los vecinos. El PP rechaza de plano este "toque de queda" y Ahituvi lo considera insuficiente para locales de noche, como pubs o cafés especiales. Ante esto, Varela apunta que "si el horario impide regular otras cosas como la ocupación de las vías públicas o la altura de las mamparas, habrá que reconsiderar cambiarlo".

El portavoz del BNG, Xabier Ríos, reconoció ayer que la comisión de revisión de ordenanzas llegó a valorar la posibilidad de "flexibilizar" el horario, dando un margen de media hora más a los hosteleros, pero esta propuesta nunca llegó a formalizarse, explica. La formación nacionalista se muestra conforme con el establecimiento de horarios para regular el funcionamiento de las terrazas, conciliando "los derechos de los ciudadanos" a descansar por las noches y las posibilidades de negocio de los hosteleros. Ríos comenta que el BNG mantuvo una reunión con Ahituvi para conocer su parecer sobre el borrador de la ordenanza, pero que en ella "no se habló del tema de los horarios".