Una quincena de personas comenzará en los próximos días a peinar los espacios naturales de A Illa. El objetivo es el de identificar las especies invasoras que amenazan con llevarse por delante gran parte de la biodiversidad autóctona, para lo que realizarán varias salidas a lo largo del verano. En esas inspecciones se va a identificar qué especies son las que han invadido el territorio y donde son más abundantes, lo que permitirá diseñar un mapa sobre el que trabajar en el futuro, con la intención de acabar con su presencia, o cuando menos, minimizarla al máximo posible. Los voluntarios forman parte del programa "Alien Invasion", puesto en marcha por el Concello de A Illa para detectar y buscar fórmulas que permitan acabar con las especies foráneas.

El primer punto en el que trabajarán los voluntarios, que comenzarán las salidas en los próximos días, será el de ser capaces de identificar cuales son las especies autóctonas y cuales las invasoras. Un ejemplo de ello puede ser la margarita africana, muy similar a la autóctona, pero cuya diferencia estriba en el color negro que luce en su parte central. Esta especie se ha extendido como la pólvora por varios lugares del municipio, como la playa de O Bao o las inmediaciones de Niño do Corvo.

Todos esos datos, explica la edil de Medio Ambiente, Gabrielle von Hundelhausen, se irán recopilando para que, en el mes de septiembre, en colaboración con otras entidades, como la Sociedade Galega de Historia Natural (SGHN), se pueda tener un conocimiento claro de cual es la situación en la que se encuentra A Illa. A partir de ahí, se comenzará a diseñar lo que será un proyecto de erradicación individualizado de cada especie, algo que no resulta precisamente sencillo. Ejemplo de ello es la uña de gato, una especie foránea que se ha instalado en gran parte del litoral isleño desde hace años. En 2005 se puso en marcha un proyecto de erradicación en el parque de Carreirón que tuvo un importante éxito, pero en ese entorno ya se ha vuelto a detectar su presencia.

"Cada especie foránea tiene su propia problemática, contra la que debemos actuar para proteger las especies autóctonas", explica von Hundelhausen, que anima a la implicación de un mayor número de voluntarios en lo que presume "va a ser una ardua tarea, pero que puede ofrecer resultados muy interesantes".