Un pequeño incendio en un contenedor en A Laxe es el balance de una tranquila noche de San Xoán en las comarcas de O Salnés y Ullán. "La gente es cada vez más civilizada", apunta Protección Civil de Pontecesures, cuyos efectivos recorrieron la villa durante la velada como medida de prevención. "La mayoría eran de grupos de amigos y familias, fiestas privadas" que no generaron ningún problema. No se produjeron en Arousa ni actos vandálicos ni gamberradas de mal gusto, como en años anteriores, ni siquiera en las zonas con mayor acumulación de personas, como la playa de A Concha-Compostela, la explanada junto al Centro Social de Vilaxoán o Porto Meloxo, en donde se celebraron "sardiñadas" y celebraciones multitudinarias.
En Vilagarcía una de las grandes atracciones fueron los globos de fuego o linternas volantes, que ofrecen una bonita estampa nocturna pero a la vez son bastante peligroso, ya que de caer en alguna zona arbolada podrían llegar a provocar incendios. No fue así, por suerte. En este arenal se montó en la mañana de ayer un dispositivo especial de limpieza para eliminar los restos de las hogueras y la basura generada por la fiesta, de forma que los bañistas pudieron disfrutar de la soleada jornada sin problemas.
En A Illa, localidad en la que se encendieron un centenar de "cachadas", la gente "se portó bien", confirman fuentes de emergencias. Ni siquiera hubo demasiadas sorpresas por la mañana de ayer en forma de gamberradas o bromas. "Ahora ya no se hacen tanto como antes", apunta Protección Civil de Meis. En Cambados "la noche fue tranquila" y en Catoira y Vilanova nada que reseñar tampoco, un síntoma de madurez y responsabilidad de la ciudadanía, que entendió que la fiesta no tiene por que estar ligada con actos indeseados.
Fue, en definitiva, una noche ejemplar, la más corta del año, en la que primaron la alegría y las ganas de pasárselo bien, disfrutar de la familia y los amigos y cumplir con los rituales propios de San Xoán, desde degustar sardinas asadas, hasta lavarse con el agua "mágica" a base de hierbas aromáticas, pasando por los saltos sobre las hogueras.
Fueron alrededor de un millar las "cacharelas" autorizadas que brillaron durante la noche en las localidades de O Salnés y Ullán, la mayoría organizadas por pequeños grupos de personas para dar la bienvenida al solsticio de verano, aunque también hubo fiestas a lo grande en las que las sardinas y el vino eran los productos más buscados por la gente. Más allá del apartado gastronómico, en Vilaxoán tiraron de imaginación con el nacimiento de su particular sardina, obra el artista Guillermo Pedrosa, y el posterior bautizo, con el acompañamiento musical de Os da Carrallada, Os Terribles de Arousa y 7 Setenta. En Armenteira (Meis) varios colectivos locales unieron fuerzas en una noche inolvidable con cerca de 300 personas y en la que tampoco faltó la música. Y sin olvidar Porto Meloxo, en O Grove, con juegos para niños, conciertos y muchas otras actividades para el disfrute de los vecinos.
