La cercanía de los colegios de Meaño y Dena es uno de los factores que juega claramente en contra de las posibilidades de mantener abierta la escuela unitaria de Xil.

En un radio de acción de alrededor de cuatro kilómetros se concentran las otras dos posibilidades de escolarización para los niños de 3 a 6 años que hasta ahora recibían clase en la parroquia meañesa.

Zoe Evia, Darío Cancela, Yoel Caroi, Andrés Camiña y los hermanos Carla y Rubén Lorenzo, son los seis niños que el año que viene tenían pensado seguir recibiendo clase juntos, pero el cariz que están tomando los acontecimientos no deja demasiado lugar al optimismo en cuanto a esta cuestión.

La amenaza de cierre no pende solo sobre la escuela unitaria de Xil. Paula, una de las madres, reconoció que "ya recibimos una llamada de la Xunta indicándonos que estábamos en una lista de colegios que podrían cerrar, pero a día de hoy no sabemos qué hacer porque los motivos que nos dan son falsos e injustos. No queremos cambiar de colegio porque los niños están acostumbrados a éste".