El Partido Popular advierte sobre una "posible irregularidad" en el proyecto de Vista alegre tras haberse incrementado el coste de las obras en 23.642 euros. Esta modificación contractual, en la que también se amplía el plazo de ejecución de los trabajos hasta el 30 de junio, la aprobó el Ejecutivo socialista a finales del mes de mayo en la Xunta de Goberno Local. Un informe de Secretaría, del que también se dio cuenta en esta reunión, indica que, al aumentar el precio del proyecto un 10% con respecto al coste original, la modificación "necesita autorización del órgano de contratación municipal". A juicio del PP este órgano es la mesa de contratación, que no volvió a convocarse.

Tomás Fole cree que el alcalde, Alberto Varela, "se ha metido en otro jardín y vuelve a patinar en su área, la de Urbanismo". Y es que para el edil popular "es el colmo que el que fue asesor de Urbanismo del Concello tome determinadas decisiones", como la referida al proyecto de Vista Alegre. El PP recuerda que la mesa de contratación de estas obras eligió como ganadora "una de las ofertas más bajas", que ascendía a 236.425 euros. Por eso, "no se entiende ahora que se acuerde en Xunta de Goberno la aprobación de la modificación contractual por valor de 23.642 euros".

En relación a esta actuación, el PP ya solicitó hace semanas al Concello información sobre el retraso en la finalización de las obras y el expediente completo de la contratación, con el proyecto reformado y datos económicos del mismo, por los que "seguimos esperando". Fole censura a Varela por "negarse sistemáticamente a aportar la información que se le exige desde el principal grupo de la oposición", en lo que considera la "enésima muestra de opacidad de este grupo de gobierno", que "a estas alturas no sabe ni cuánto le costará realmente a los vilagarcianos ni cuándo se finalizará" esta obra.

La modificación aprobada por la Xunta de Goberno no guarda relación, según Fole, con "supuestos olvidos" por parte del anterior gobierno del PP "sobre las canalizaciones", sino que el "retraso real de la obra" lo achaca Fole a "los caprichos del alcalde y la concejala de Urbanismo".