| Ya se decía hace unas semanas que cada vez son más los arousanos y visitantes que se desplazan a la isla de Sálvora para disfrutar de los encantos naturales y etnográficos que encierra. Pero ahora puede añadirse que cada vez son más los sentimientos que afloran entre niños y adultos, que aprovechando la llegada del buen tiempo no dejan de concertar viajes para desplazarse a este territorio que preside la boca de la ría. Entre los cada vez más numerosos visitantes que han podido disfrutar de la aldea de Sálvora, sus hórreos, sus playas y el faro -entre otros alicientes- están los niños del colegio Valle Inclán, que acompañados de sus familiares tomaron este territorio como viaje de fin de curso. Fueron un centenar de personas las que tuvieron la oportunidad de dejarse conquistar por este espacio privilegiado aprovechando la soleada jornada del sábado.