El Juzgado 3 de Vilagarcía ha ordenado a Bankia la devolución de 10.000 euros en acciones que vendió como una oportunidad única de negocio a un matrimonio de Vilagarcía cuando en realidad ya había estallallado la crisis de la entidad y se descubrió un tremendo agujero de casi 3.000 millones de euros que obligó a intervenir al FROB (Fondo de Reestructuración Bancaria).
La orden para la compra de las acciones fue ejecutada por la entidad el 11 de julio de 2011. Se explica en la sentencia que los afectados eran clientes de la entidad demandada desde hacía veinte años y se subraya que el hombre es pintor de obra y su mujer, ama de casa por lo que "carecen de formación académica alguna y en todo caso de tipo financiero".
Pero el engaño ha sido continuo, pues según se explica en la sentencia, "fue con posterioridad a la fecha de adquisición de las acciones cuando se le presentó a los actores una variada documentación a la firma relacionada con la compra de este producto, de la que no se entregó copia a los interesados, ni de manera previa ni coetánea a dicha suscripción".
Pero el mayor de los engaños, según la sentencia, se produce al hablar a los clientes de la situación económica de la entidad, algo que también resalta el letrado vilagarciano que les defendió Ramón Montenegro.
Así la resolución judicial recoge que la situación de Bankia "no se correspondía con la real cuando salió a bolsa, además de que el folleto de la oferta adolecía de falta de veracidad en su contenido", que fue lo que se explicó.
Añade que tras admitir la entidad con la reformulación de las cuentas correspondientes al año 2011 que éstas eran erróneas "se debe concluir que la citada oferta de Bankia se publicó sirviéndose de un folleto informativo que no reflejaba la certeza sobre la solvencia o situación económica de la entidad, y que no contenía tampoco la información veraz sobre los valores ofertados ni mucho menos sobre sus riesgos".
En este sentido subraya la juez vilagarciana que las cuentas reflejadas para el ejercicio 2011 no indicaban "la situación real de la entidad y, consecuentemente", los datos aportados y los riesgos detallados en las mismas "tampoco pueden tenerse por debidamente informados".
De ahí que concluya la juez en su resolución que si la operación requiere de una información clara, concreta y veraz, en el momento en el que estado de solvencia de la entidad, sus cuentas y la falta de información veraz configuran el folleto informativo, "esa operación es nula por incumplimiento de normas inperativas".
Y es que la situación de Bankia desde hacía unos días era tremenda, circunstancia que se confirmó el 20 de julio cuando las acciones en Bolsa ya tenían un valor de solo dos euros y 1,75 de prima de emisión.
Las cuentas de Bankia del 4 de mayo reflejaban unos beneficios de 309 millones de euros, cuando días después dimite el presidente y el 9 es intervenida por el Fondo de Reestructuracion Bancaria. A partir de ahí es cuando se sabe que la entidad debe nada menos que 2.979 millones de euros.
