Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Cofradía y Concello se preparan para blindar Areoso durante la temporada estival

Operarios del pósito colocarán hoy las boyas por el perímetro del islote, dejando un espacio para el acceso de embarcaciones dedicadas al transporte de pasajeros

Instalación de las boyas en Areoso en el verano de 2015 por parte de la Cofradía de A Illa. // Noé Parga

Blindar Areoso se ha convertido en uno de los principales objetivos de la Cofradía y del Concello de A Illa, que en el día de hoy, comenzarán a instalar las boyas perimetrales que limitarán el acceso al islote hasta bien entrado el mes de septiembre.

El objetivo que se persigue es el de evitar que las embarcaciones puedan acercarse al espacio dunar y dañar tanto el medio natural como los bancos marisqueros que explota la cofradía isleña, que son de los más importantes que posee.

Las boyas se situarán en todo el arco que va desde el noroeste hasta el este, dejando un pequeño canal de entrada para embarcaciones destinadas al transporte de pasajeros.

Ese canal, llevará a esas embarcaciones hacia una especie de promontorio natural de piedras donde podrán desembarcar a los visitantes de Areoso sin dañar el espacio dunar, y sobre todo, sin afectar a los importantes bancos marisqueros que posee el pósito en toda esa zona.

Tras desembarcar a los pasajeros, tendrán que fondear fuera del espacio que señalizan las boyas.

La existencia de este canal, explica el patrón mayor de A Illa, Juan José Rial Millán, se ha incluido este año para facilitar la actividad a las empresas turísticas que se dedican a transportar viajeros por la ría de Arousa y que eligen Areoso como uno de sus puntos de destino. "Ese canal les facilita el acceso, pero deberán cumplir estrictamente el resto de normas de protección que están aprobadas para preservar el futuro del islote", señala.

En total, serán diez las boyas que se van a colocar, cedidas por la Consellería de Medio Ambiente, aprovechando los "muertos" que se pusieron el pasado año.

La vigilancia será muy similar a la que se realizó en 2015, donde solo se sancionó a dos embarcaciones que incumplieron las normas de protección del islote, una cifra mucho menor que las registradas en años anteriores, lo que indica que estas medidas están funcionando a la hora de frenar la masificación de Areoso durante el verano.

También la producción marisquera, otra de las grandes perjudicadas en su momento por la presencia de embarcaciones, no ha sufrido en exceso durante la temporada estival del pasado año.

Pese al funcionamiento de las restricciones, la salud de Areoso no es buena, sobre todo porque el istmo que divide el islote está a punto de ser engullido por el mar, algo que ocurre cuando se registran mareas vivas en la ría de Arousa.

Además, el islote siempre ha contado con una morfología especialmente cambiante, pero con unos ciclos muy marcados. Desde que se convirtió en destino de turistas y comenzó a sufrir masificaciones, esos procesos naturales se han acelerado notablemente, tal y como aseguran muchos de los marineros que acostumbran a faenar en ese entorno.

Restos arqueológicos

La limitación de visitantes también busca proteger el ingente patrimonio que esconde el islote en forma de restos arqueológicos, una riqueza que corre serio peligro de acabar desapareciendo engullida por el mar, ya que la mayor parte de los restos se sitúan en las inmediaciones del istmo.

La Consellería de Cultura ha puesto en marcha un proyecto de excavaciones que se iniciará en breve, el cual se centrará, de manera especial, en la mámoa 4, un complejo descubierto en 2011 por los temporales y que, para evitar su desaparición, Costas y Patrimonio protegieron con la instalación de un muro que le ha preservado de la erosión del mar. El objetivo de las excavaciones es arrojar luz sobre la época en la que el islote estuvo poblado y salvar el mayor número de piezas antes de que sean arrastradas por las mareas.

Compartir el artículo

stats